Japón celebra el título © Reuters |
¡Qué gran final!
Las selecciones de Japón y Estados Unidos ofrecieron anoche un auténtico partidazo en la final del fútbol femenil de la FIFA, celebrado en Alemania.
En un encuentro en el que las norteamericanas partían como favoritas por su poderío físico y por haber ganado el título en dos ocasiones anteriores, el equipo japonés demostró que la victoria se gana en el campo mediante esfuerzo, fuerza mental, y corazón.
Las japonesas remontaron dos veces el marcador en contra. Estados Unidos se había adelantado con un gol de Morgan en el minuto 69, pero a tan solo 9 minutos del final Miyama forzó la prórroga. Ya en el tiempo de alargue, la altísima delantera americana, Abby Wambach, marcó lo que parecía el gol de la victoria estadounidense con un potente gol de cabeza. Sin embargo, la máxima goleadora del torneo, Sawa, anotó un gol rematando un centro de córner y forzó los penaltis.
Hope Solo, EEUU © NYT |
En la tanda de penaltis, la presión les pudo a las norteamericanas y las tiradoras japonesas no fallaron para dar el título al equipo nipón, dejando en un segundo plano a la mediática guardameta norteamericana, Hope Solo.
Japón se llevó un merecido triunfo que seguramente llenará de moral a un país tan necesitado de ello tras la tragedia sufrida por el tsunami y los terremotos a principio de año que devastaron al país entero.
Pero más allá del dramático encuentro, el fútbol femenino nos ha dejado con muchos aspectos positivos que a veces quedan olvidados en las disciplinas masculinas. Pudimos ver fútbol fluido en el cual las decisiones arbitrales no se contestaban, deportividad entre equipos, fair-play, y sobre todo, talento. Mucho talento futbolístico. La gran técnica y táctica de estos equipos nos ha demostrado que el fútbol femenil es un deporte vibrante con mucho que ofrecer a los espectadores del deporte rey.