23/11/2011
El número 4 del mundo, Roger Federer, se quitó unos años de encima y volvió a su mejor versión para pasar por encima de Rafa Nadal en una hora con un juego majestuoso (6-3 y 6-0) y clasificarse para las semifinales.
El suizo no dio ninguna opción al tenista balear, que solo mostró resistencia en los compases iniciales del enfrentamiento. Federer busca conquistar su sexto título y superar los registros de otros dos grandes de la raqueta: Pete Sampras e Ivan Lendl.
Nadal, que aún no ha superado al vigente campeón de la Copa de Maestros en pista cubierta, ha visto cómo en esta superficie, una vez más, Federer se convirtió en el reloj suizo que, sin piedad, iba restando el tiempo que le quedaba para irse al vestuario con una derrota.
Mr. Perfect empezó el choque como lo suele hacer, imprimiendo un alto nivel de juego que, en muchas ocasiones, le permite distanciarse de sus adversarios. Nadal, sin embargo, aguantó la envestida del suizo y consiguió seguir su estela. Aunque duró muy poco.
En el cuarto juego del primer set, Federer rompió el servicio del número dos. A partir de ahí, el partido se fue convirtiendo en un juego divertido para el suizo: él protagonizaba golpes espectaculares y Nadal se encargaba de perseguir las bolas endiabladas del suizo a lado y lado de la pista.
El pupilo de Toni Nadal, que ante Fish se le vio cansado tras un parón de cinco semanas, volvió a evidenciar que no está en su mejor momento físico, aunque mostró un nivel de juego inicial mejor que ante el norteamericano. Aun y así, Federer le hizo otra rotura y, con su saque, consiguió llevarse la primera manga por 6-3.
El balear no pudo hacer nada ante un Federer inspiradísimo |
Pero si los 17.000 espectadores del O2 Stadium de Londres se lo pasaron en grande con el nivel exhibido por Federer hasta entonces, más aún debieron de disfrutar con el segundo set, en el que el suizo se exhibió en cada juego.
Si algo tiene el ganador de 16 Grand Slams es que, tras ganar un parcial, en el siguiente se suele aburguesar. Hoy, sin embargo, no ha sido así. Lejos de tomarse un respiro, ha presionado al resto con derechas profundas y peloteos desde el fondo de la pista que muy pocas veces morían en la red o se perdían más allá de las líneas.
Federer, un jugador que comete numerosos errores no forzados, ayer apenas se prodigó en ese aspecto. Sus 28 golpes ganadores explicaban lo entonado que estuvo el de Basilea, que acabó propinando un doloroso rosco al manacorí para cerrar el encuentro.
Nadal jugará el tercer y último partido de la liguilla contra el francés Jo-Wilfried Tsonga, en un partido que se vaticina muy duro, ya que ambos jugadores se juegan el billete a las semifinales. Mientras tanto, Federer iguala a 36 el número de victorias de Boris Becker en la Copa de Maestros y está a tres de igualar las 39 de Lendl.
Fidel Rubio
Traductor-intérprete y periodista deportivo
Carrera en Diario Metro, Diario 20 Minutos,8tv
Cadena COPE Barcelona, Radio Loca FM, y TV3
Twitter: @Fidel_Rubio