28/11/2011
Un Roger Federer empeñado en dar emoción a una final que tenía en el bolsillo venció a Jo Wilfried Tsonga en tres tres sets (6-3, 6-7 y 6-3) y se llevó el título por sexta vez, convirtiéndose en el jugador que más veces la ha ganado, por delante de Pete Sampras e Ivan Lendl.
El partido empezó con mucha igualdad entre ambos jugadores, como cabía esperar de una final de este calibre. Los juegos se sucedían y tanto Federer como Tsonga mantenían con cierta holgura sus servicios.
Pero el panorama del set inicial empezó a cambiar a partir del séptimo juego. Con 4-3 favorable al suizo, Tsonga mostró debilidad con su servicio y Federer lo aprovechó para situar las primeras distancias en el marcador con un break en blanco. Era el 5-3 que daba alas al helvético, que no falló con su saque y remató el set (6-3).
El helvético no dio opción a Tsonga en el primer set |
Pese a que se podía esperar que Federer se relajara un poco y el francés intensificara su juego, Mr perfect no aflojó y volvió a poner tierra de por medio. El vigente campeón del torneo iba lanzado al título y todo el mundo daba por hecho que se llevaría la victoria. Pero entonces sucedió lo inesperado.
Tsonga celebra el segundo set |
El suizo con dudas al no rematar al francés |
Los dos jugadores llegaron con las fuerzas muy parejas al final del set. Con 6-6, el tie break debía ser el juez que dictara si el pleito tenístico debía acabar o, por el contrario, alargarse a una última y definitiva vista.
Ya en la muerte súbita, los primeros puntos fueron una colección de ocasiones desperdiciadas de los dos jugadores, que no sabían cómo refrendar su ventaja. Federer dio un paso adelante y se puso con bola de campeonato con 6-5 a su favor.
Pero los casi 18.000 espectadores del 02 Arena vieron que el espectáculo iba a durar más de lo esperado. Federer había vuelto a fallar en el momento importante. Y el resultado, como casi siempre, el que suele acontecer cuando se perdona tanto: set perdido ante un Tsonga más atrevido, con golpes llenos de potencia, exentos de miedo.
En aquellos momentos, tal como se había desarrollado el parcial, Tsonga cotizaba muy al alza para el tercer y definitivo set. La representación de su gran momento quedaba reflejada en la permanente sonrisa de su padre, Didier Tsonga, desde la grada. En cambio, la victoria se intuía casi como una quimera para el helvético, que, teóricamente, debía de estar hundido.
Pero, probablemente, el hecho que Federer sea considerado el mejor jugador de la historia de este deporte significa algo. Y así se encargó de demostrarlo en el transcurso de los últimos juegos del partido.
Con 4-3, el pupilo de Paul Annacone volvió a situarse en una posición privilegiada con punto de rotura sobre el jugador de Le Mans. Los fantasmas, no obstante, se le volvieron a aparecer al no consumar dos pelotas de break. Tenía enfrente una barrera que le impedía acariciar la cada vez más esquiva Copa de Maestros.
El exnúmero uno del mundo, sin embargo, perseveró y logró una tercera opción de ponerse 5-3 en el luminoso. Fue entonces cuando, en lugar de simplemente pasar la pelota esperando el fallo del oponente, decidió lanzarse a por ella e ir a por el punto sin miedo. Y la recompensa llegó con el 5-3. Esta vez no titubeó y con un gran servicio acabó de conquistar el tan ansiado trofeo.
Federer hace historia con su sexto trofeo |
Federer, que se embolsa 1.630.000 dólares por no haber perdido ni un solo partido y se lleva 1.500 puntos ATP, se sentía pletórico: ¨Este ha sido el final de temporada el el que me he encontrado más fuerte en toda mi carrera. Y apostilló: ¨He jugado muy bien aquí, así que ahora estoy esperando a que empiece el año que viene cuanto antes.¨
Por su parte, Jo Wilfried Tsonga, que ha realizado un gran torneo, admitió en rueda de prensa que ¨hoy puedo mirarme al espejo y decirme: has luchado lo suficiente¨. Y razón no le faltaba, le faltó muy poco para doctorarse en Londres.
Federer acabará el año como número tres del mundo, después de sumar 17 triunfos consecutivos –victorias en Basilea y el Masters 1.000 de París y ahora la Copa de Maestros-, una marca que no alcanzaba desde 2009. De esta forma, cierra de la mejor manera la primera temporada en ochos años en la que no levanta ninguno de los cuatro Grand Slam del circuito.
Por su parte, Jo Wilfried Tsonga, que ha realizado un gran torneo, admitió en rueda de prensa que ¨hoy puedo mirarme al espejo y decirme: has luchado lo suficiente¨. Y razón no le faltaba, le faltó muy poco para doctorarse en Londres.
Federer acabará el año como número tres del mundo, después de sumar 17 triunfos consecutivos –victorias en Basilea y el Masters 1.000 de París y ahora la Copa de Maestros-, una marca que no alcanzaba desde 2009. De esta forma, cierra de la mejor manera la primera temporada en ochos años en la que no levanta ninguno de los cuatro Grand Slam del circuito.
A sus 30 años, la locomotora suiza sigue batiendo récords: con esta suma su final 100 en su carrera y su título número 100 de su palmarés. Asimismo, iguala en número de victorias en un Masters a Ivan Lendl, con 39; consigue el mejor balance de partidos del torneo, con 39 victorias por siete derrotas, y es el jugador más veterano que consigue el campeonato, desbancando al rumano Illie Nastase.
El vencedor de 16 Grand Slams aún tiene tenis para seguir engrandeciendo su carrera. Y registros que batir, como los apartados de número de títulos o de partidos ganados en la era Open, ambos liderados por el estadounidense Jimmy Connors.
El expreso suizo ha recorrido con brillantez un viaje de nueve años llenos de baches y retos que ha superado sin descarrilar. Y cuidado, aún le queda carbón suficiente para continuar, incombustible, su trayecto hasta llegar al destino deseado. Y todo ello fiel a su estilo, sin paradas incómodas que repercutan en su marcha triunfal, por supuesto.
Fidel Rubio
Traductor-intérprete y periodista deportivo
Carrera en Diario Metro, Diario 20 Minutos,8tv
Cadena COPE Barcelona, Radio Loca FM, y TV3
Twitter: @Fidel_Rubio