10/12/2011
Es difícil explicar la situación del Betis en pocas líneas. Cuando un equipo lleva diez jornadas sin ganar y 1 punto de 30 posibles hay algo más que aspectos meramente futbolísticos.
En primer lugar, los cuatros partidos ganados consecutivamente al inicio de la temporada y que le supuso ponerse líder, le han hecho un flaco favor. Puede parecer una locura pensar que a un equipo conseguir victorias de manera consecutivas y contundentes en juego puede perjudicarle. Pero este inicio tan brillante ha supuesto un plus de presión que quizás el equipo no esperaba. En condiciones normales, un recién ascendido como en el caso del Betis debe saber lo que le espera en la primera temporada en la máxima categoría. Esto no ha sido así y la presión a todos los niveles ha condicionado demasiado.
La contundencia de las rachas (tanto la positiva como la negativa) ha hecho pasar de todo a nada en semanas. Si esas victorias y todas estas derrotas se hubieran intercalado probablemente la sensación en el club en general hubiera sido diferente. Los puntos obviamente seguirían siendo los mismos pero la percepción a todos los niveles hubiese sido totalmente diferente y habría afectado algo menos en lo anímico.
Por otro lado, es bastante curioso la lealtad y el apoyo de la afición con el entrenador. Otro equipo en otras circunstancias hubiera tenido entrenador nuevo hace dos o tres semanas. Esto debería ser positivo para el equipo puesto que no sufre la presión de la grada por la falta de buenos resultados pero aún así parece que no es suficiente. Siempre cuando existen rachas negativas suele costar más sacar los partidos de casa por la presión que ejerce la afición ya que se empieza a señalar a culpables pero no estamos en ese caso y el equipo debería de aprovecharlo.
En el aspecto de carencias del equipo es obvio que las tiene aunque la pregunta sería si cuando tuvo esa racha tan positiva no existía tal carencia. Es indudable que el Betis debe fichar en Enero pero eso no lo es todo. El Betis es mejorable como cualquier equipo pero no creo que fichar sea la panacea. Las incorporaciones realizables en invierno tienen que ser uno de los elementos a favor de la mejoría pero no el único.
Por lo tanto, considero que el Betis no es un equipo para haber perdido tantos partidos y tan seguidos. Hay un gran porcentaje dónde influye lo psicológico, la ansiedad, el exceso de ganas y un cúmulo de cosas que provocan este tipo de rachas inexplicables. Es muy fácil echar al entrenador y fichar a siete en inviernos pero creo que la solución está compuesta por más apartados. Aún así, mañana veremos si Mel pone fin a esta racha o se pone fin a Mel.
Estudiante Economía UNED
Colaborador MotivaGoal
Andalucía
Twitter: @hugoalonso_
