13/02/2012
Lo más destacado que nos deja esta última jornada de Liga es el incremento a 10 puntos de la distancia entre Real Madrid y Barcelona. Lo igualadas que han estado las luchas por el título las últimas Ligas, hace que esta distancia se antoje como algo atípico.
Aunque desde determinado sector de la prensa se considere este Liga ya finiquitada, hay una serie de argumentos que hacen pensar que aún queda torneo para rato:
1. La competición termina dentro de 3 meses: Dar por finalizado un torneo al que aún le resta el tramo más importante, 15 partidos donde aún está todo por decidir y donde la mayoría de equipos se estará jugando la temporada, es bastante arriesgado. La distancia se puede esfumar. Basta con que el Madrid no puntúe en 3 partidos y que el Barça en esos 3 partidos no pierda ninguno.
2. El bache del Barça: Está claro que el equipo blaugrana no está pasando por su mejor momento. Tradicionalmente Enero-Febrero son sus meses más flojos. Quizás la acumulación de partidos (Liga-Copa) así como un comienzo de temporada fulgurante (Supercopas de España y Europa) le estén pasando factura a una plantilla deliberadamente corta. El Real Madrid no ha pasado por un bache especialmente grave esta temporada, si exceptuamos la derrota en el campo del Levante y el posterior empate en el del Racing. Todos los equipos pasan por momentos de bajo rendimiento durante una temporada. El Madrid aún no lo ha pasado. Si echamos la vista atrás y recordamos la temporada en que Carlos Queiroz dirigió el banquillo blanco (2003-2004) , nos acordaremos cómo a estas alturas de la temporada el equipo merengue tenía muy bien encarrilada la Liga y un bajón físico y anímico dejó tan sólo un título en las vitrinas de Chamartín: la Supercopa de España.
3. Messi vs Cristiano: Ambos son los jugadores franquicia de sus respectivos equipos. Son los factores desequilibrantes necesarios para la consecución de títulos. Messi si no está lesionado o sancionado, juega siempre. Da igual la competición o la enjundia del rival. Siempre se ha dicho que Leo prefiere estar en la grada antes que en el banquillo y que su gen competitivo hace que no diferencie el nivel de importancia de un partido con respecto a otro. Cristiano es otro jugador tremendamente competitivo que no acepta la derrota de ninguna manera. Bota de Oro el año pasado y Pichichi a estas alturas de temporada, su regularidad goleadora ha influido mucho en el liderato de su equipo. Cuando él falta, su escuadra lo nota en demasía. Ahora mismo Leo no está bien físicamente, ha perdido frescura. Cristiano, sin estar al nivel de hace unos meses, es más determinante en estos momentos. Al igual que comentábamos que todos los equipos pasan baches durante la temporada, también los pasan los jugadores. Messi está pasando uno, Cristiano de momento no lo ha pasado.
4. Vuelve la Champions: La vuelta de la competición más prestigiosa del continente hace que los dos equipos “aparquen” la Liga. Es habitual que antes de un partido de Champions se hagan rotaciones en los equipos para preservar al presumible equipo titular para la contienda europea. Entran a escena jugadores con menos minutos, creándose desajustes que, equipos como Osasuna, pueden aprovechar. De cómo se gestionen esos partidos y del nivel de desgaste que sufran ambos equipos en Champions dependerá que la distancia actual entre Real Madrid y FC Barcelona sea insalvable o no.
5. Más Clásicos: A estas alturas de la temporada ya se llevan disputados cinco duelos entre Barça y Madrid. Y al menos todavía queda uno más en Liga, si es que no se repite el cruce del año pasado en Champions. Desde que Guardiola comanda la nave blaugrana, el balance no puede ser más descorazonador para el equipo blanco. Las derrotas sufridas por el Real Madrid en esos partidos han provocado, más allá de la pérdida de tres puntos o una eliminación, muchas dudas. Una nueva derrota, aun habiendo una diferencia grande de puntos de por medio, podría provocar que los merengues no estuvieran tan seguros de la consecución del título liguero y sintieran de cerca el aliento culé. El último duelo demostró que, jugándole de tú a tú al Barça, la diferencia entre los dos equipos no es tan grande. Hace falta saber si el cuerpo técnico madridista ha tomado nota de esto.
6. Posibilidad de salidas al finalizar la temporada: En un equipo donde la figura del entrenador tiene tanto poder y fagocita el resto de estamentos, Presidencia incluida, la posible marcha del mismo puede provocar un gran vacío, por no hablar de especulaciones sobre los posibles sustitutos y los cambios en la plantilla. Si finalmente Mourinho ha tomado la decisión de irse al finalizar la temporada, el Real Madrid debería gestionar con la mayor discreción este asunto para que este hecho no desestabilice la marcha del equipo. Si esta discreción no se lleva a cabo, el conjunto blanco se enfrenta a un grave problema que no es otro que el descrédito y la falta de autoridad que puede mostrar la plantilla hacia un técnico que ya no les entrenará la temporada que viene.
7. Presión y miedo a ganar: La lucha por el título en las últimas temporadas ha sido apasionante y no ha estado exenta de tensión. Para un equipo que lleva tres temporadas sin ganar la Liga verse cerca de ello pude provocarle ansiedad. Y más si se tiene en frente a un gran rival como es el FC Barcelona. La parroquia madridista aún recordará las ligas perdidas por el Madrid en Tenerife (1991-1992 y 1992-1993) donde con todo a favor, el conjunto blanco dilapidó su ventaja en Liga entregándoselas en bandeja al Barça de Cruyff.
La experiencia y la Historia nos demuestran que la Liga para nada está sentenciada. Así que aún nos quedan tres meses apasionantes de fútbol.
José Manuel HernándezLic. Economía, Universidad de Salamanca
MBA, Escuela Europea de Negocios
Consultor en Deloitte
Twitter: @josemahg
blog: www.pedalier.blogspot.com
Twitter: @josemahg
blog: www.pedalier.blogspot.com
