El Efecto Effenberg

17/04/2012

De las semifinales de Champions, el enfrentamiento entre Bayern Múnich y Real Madrid es el que quizás destila más sabor de Copa de Europa. No es que el Barça o el Chelsea no merezcan haber llegado donde han llegado, ni que su eliminatoria sea menos atractiva, pero desde luego en el césped de Stamford no darán cita los poseedores de 13 Copas de Europa.

En el Allianz Arena se enfrentarán quizá los dos equipos que más hayan utilizado la fe como bandera antes que un estilo propio, como le puede ocurrir al F.C Barcelona. Ambas escuadras son altamente competitivas, no tienen la derrota en su vocabulario, no dan nada por perdido en definitiva, están acostumbrados a ganar. Por eso, no es de extrañar que el equipo bávaro haya manifestado no tenerle miedo al rival blanco. Se creen en igualdad de condiciones y en el fondo saben que esta es la última baza que les queda para salvar la temporada, habida cuenta de sus últimos resultados en la Bundesliga.

La estadística es favorable al equipo germano. Ambos equipos se han enfrentado en la competición continental en 18 ocasiones; 9 de ellas en territorio alemán con un balance de un empate y 8 victorias para el Bayern. Además, el equipo de Múnich cuenta por victorias sus partidos continentales este año en el Allianz Arena.

Por tanto, el equipo madridista no lo va a tener fácil en su visita a Alemania. Aunque en esta ocasión se le considere favorito, no debe olvidarse de su última visita al equipo bávaro. En aquel partido disputado el 2 de Abril de 2002 sucumbió ante los goles de Pizarro y Effenberg. Éste último era la pieza clave del estilo del Bayern (y por ende del típico estilo alemán), dado que era un medio centro que se caracterizaba por ser un excelente manejador de la pelota y del tempo del partido. De él salían los ataques mecánicos alemanes, aquellos que consistían en profundizar por los costados y bombardear el área rival a centros.

Hoy Effenberg ya no juega y, gracias a los progresos que está haciendo Jöachim Low en la selección germana y a la importación de futbolistas de otros países, el estilo alemán ha evolucionado hacia algo más técnico y elaborado. Pero el Madrid no debería confiarse demasiado con un equipo tan poderoso de medio campo hacia delante con un mezcla de potencia (Schweinsteiger, Kroos, Muller y Gómez) y fantasía (Robben y Ribery).

Por cierto, aquella eliminatoria de 2002 se saldó de manera favorable para el Real Madrid. Fue la antesala de su novena Copa de Europa.

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