07/06/2012
Hay personas que dejan huella por dondequiera que
pasan. Esas personas especiales que las
definen sus actos más allá de sus palabras. Aquellas que tienen unos valores innegociables y que consiguen tener el
aprecio de todos los que les rodean.
Manolo Preciado era una de esas personas. Un entrenador
entrañable que se había ganado el cariño de España entera por su carácter
humilde y su sinceridad genuina. Marcado
por la tragedia, habiendo perdido a su esposa de un cáncer, a un hijo en un
accidente de moto y recientemente a su padre en un atropello, el entrenador
cántabro siempre sabía mirar hacia adelante y apreciar el lado positivo de la
vida.
Y ese positivismo lo sabía transmitir a sus jugadores dentro
del vestuario y en el terreno de juego. Equipos
como el Racing de Santander, el Levante UD y recientemente el Sporting de Gijón
tuvieron el honor de tener a Preciado en sus respectivos banquillos. De no haber sido por su inesperado adiós, el Villarreal también hubiera gozado de tener a Preciado
en sus filas la próxima temporada. De
hecho iba a ser presentado mañana como nuevo entrenador del equipo
castellonense antes de ser víctima del infarto que le quitó la vida.
Aunque no tuve la suerte de conocer a Preciado en persona,
si pude hacer una entrevista con él para MotivaGoal durante su etapa del Sporting
de Gijón y pude apreciar de primera mano la razón por la cual era tan querido
en el mundo del fútbol.
Tenía cincuenta y cuatro años y se ha ido muy pronto.
Descanse en paz, Manolo Preciado.
Diego Valdés Rendón
Executive Editor, MotivaGoal Sports
MBA, Master in Sports Management
Twitter: @motivagoal
Executive Editor, MotivaGoal Sports
MBA, Master in Sports Management
Twitter: @motivagoal