Repasamos la vida profesional de Alfredo Di Stéfano en esta completa biografía. Contiene sus inicios en River Plate y Millonarios, la historia de su fichaje, la tremenda influencia en el Real Madrid de las cinco Copas de Europa, su secuestro, su trayectoria como entrenador...
El Mundial de USA´94 demostró que, en el país anfitrión, el ‘soccer’ también tenía un hueco entre el básquet, el fútbol americano y el béisbol. Y, particularmente, uno de los futbolistas que llamó la atención en esa Copa del Mundo fue Alexi Lalas, un central muy peculiar que fue clave en la irrupción estadounidense a mediados de los noventa.
Panayotis Alexander Lalas nació el 1 de junio de 1970 en Birmingham (Michigan). Le atraía mucho el hockey, sin embargo, sus raíces griegas (por parte de padre) le impulsaron por el fútbol. Savia elección, pues es en este deporte donde hizo carrera. Era un defensor espigado, con mucha garra y difícil de superar para los adversarios.
Poseía un look muy llamativo, con una melena pelirroja y una alargada barba del mismo color. Su aspecto era acorde a su gran pasión por el hard-rock. De hecho, cabe reseñar que se ha desarrollado dentro de este género sacando varios discos en un grupo llamado ‘Ginger’. Del mismo modo, en las concentraciones, siempre llevaba consigo su guitarra y deleitaba a sus compañeros de equipo con sus acordes. Diversión asegurada.
Lalas con la selección de Estados Unidos
Su carisma impregnó en la irrupción de Estados Unidos
Se hizo famoso en el Mundial de 1994 disputado en su país. Estados Unidos, pese a ser anfitrión, estaba llamado a realizar un papel secundario. Pero, contra todo pronóstico, Lalas y sus compañeros superaron la frase de grupos y se plantaron en octavos. Brasil fue el rival y sufrió en sus propias carnes la tela de araña ‘yankee’. El combinado americano realizó un gran partido, pero no fue suficiente para derrocar a la que más tarde se proclamaría campeona. Un gol de Bebeto en el minuto 73 dilapidó el sueño.
En ese Mundial, Lalas fue uno de los más destacados de su selección, como también lo fue en la Copa América de 1995. En esta ocasión, Estados Unidos se superó a sí mismo y obtuvo un meritorio cuarto puesto. El verdugo, nuevamente, fue Brasil. Esta vez le apeó en semifinales y le dejó a un peldaño de disputar la gran final. Para llegar hasta ahí, la aportación de Alexi fue fundamental y se manifestó, incluso, en forma de goles. De hecho, marcó uno en la histórica goleada (3-0) a Argentina en la fase de grupos.
Lalas durante el Mundial de 1994 en Estados Unidos
Primer estadounidense en jugar en el Calcio
A nivel de clubes, Lalas se convirtió en el primer estadounidense en jugar en el Calcio. Su buen papel en el Mundial de USA´94 le valió el traspaso al Padova, de la Serie A, con el que jugó hasta 1996. Esta no fue su única aventura en el extranjero, ya que también tuvo otra en 1997 defendiendo la casaca del Emelec (Ecuador). En la Major League Soccer estuvo en el New England Revolution, el MetroStars y el Kansas City, con el que anunció su retirada en el año 2000.
Lalas fue el primer norteamericano en jugar en la Serie A
No fue un adiós definitivo pues, un año después, volvió a calzarse las botas para vivir su última aventura en Los Ángeles Galaxy, donde puso el broche a su carrera con la consecución de la Confederations Cup y el U.S. Open Cup. Su vinculación a este club es tal que, actualmente, ejerce como presidente. Uno de sus mayores méritos fue el fichaje de Beckham, lo que supuso un importante salto mediático a raíz del gran tirón del inglés. Antes de ser el máximo mandatario de los Galaxy, también fue presidente del MetroStars en el año que el club realizó la transición a Red Bull New York.
Lalas durante la presentación de David Beckham con los LA Galaxy
Manuel Monfort Marzá
Redactor de Fútbol - MotivaGoal
En un mismo día, en un mismo sitio, se dieron a la par un adiós y una llegada, una detrás de otra. Si esta mañana comparecía Marcelino en la sala de prensa del Pizjuán para su despedida, horas más tarde lo hacía Michel para su presentación.
Un Marcelino triste y decepcionado, pero con un porte serio conteniendo las lágrimas y como nos tiene acostumbrado muy sincero, daba su adiós al sevillismo delante de una multitud de periodistas. Acompañado por el presidente de la entidad, José María del Nido, y del director deportivo, Monchi, el asturiano dijo textualmente lo siguiente:
“Es un momento muy difícil, ojalá este día se hubiera demorado mucho más en el tiempo y se hubieran dado en otras circunstancias diferentes, pero en el fútbol la bolita es la que manda y creo que desde que llegamos aquí ni siquiera las bolitas de los sorteos nos han acompañado. Quiero aclarar personalmente que fui yo quien pidió al presidente y a Monchi que estuvieran presentes aquí por varios motivos. Sé que el presidente no suele estar en estos actos y se lo agradezco muchísimo. Nos han dado la oportunidad de dirigir a un gran club, nos constaba de que así era y una vez dentro podemos dar verdadera fe de ello, y lo que es más importante, nos han transmitido permanente confianza y apoyo en momentos muy complicados que se han ido repitiendo.
Teníamos el sueño de venir al Sevilla y desgraciadamente parece que ha sido un mal sueño, pero en todo este proceso siempre hemos tenido a todas las personas a nuestro lado y eso es con lo que me quedo. Desgraciadamente no hemos podido devolver esa confianza con resultados. Creo que con profesionalidad y honestidad sí. Hemos ganado a dos amigos, dos profesionales y dos dirigentes como creo que deberían de ser el resto.
También quería hacer extensivo al agradecimiento al resto de miembros del consejo, sobre todo a los que estuvieron muy cerca, con José María hijo, Manolo Vizcaíno, Pepe Castro o Ramón, e igualmente dar las gracias al cuerpo técnico que estuvo con nosotros, tanto a Javi, a Javi García, como a Naco o a Jesús, como a toda la secretaría técnica, que siempre estuvo nos apoyó. A Víctor también, por supuesto. Dar las gracias a los jugadores, porque creo que han sabido aceptar y respetar todas nuestras decisiones en cada entrenamiento y en cada partido. Les deseamos lo mejor a cada uno, y a Juan, que pasó también muchas horas con nosotros, y al departamento de comunicación del club, y muy especialmente a Jesús, por sus consejos y su amistad. Y a la prensa, porque en líneas generales habéis tenido un comportamiento conmigo bueno. Si no lo digo no sería yo, pero con el tema de Kanouté no habéis sido justos, porque habéis comentado una cosa que no sucedió. En lo demás tenéis todos mis respetos. Y por último dar las gracias a nuestra afición, que nos ha dado mucho apoyo al principio, y que luego con los malos resultados lógicamente nos quitó su apoyo. Nos sentimos en deuda, nada más. Ojalá el destino, que creo en este caso ha sido caprichoso, nos dé una segunda oportunidad de volver aquí. Ojalá que el tiempo cruce nuestros caminos otra vez”.
Luego dieron paso a las cuestiones de los medios de comunicación, preguntado por su destitución: ¨Creo que hoy tengo la misma confianza que ayer y no te digo más porqué es lo que realmente pienso. En la vida hay que tomar decisiones contra la voluntad de las personas, pero las hay que tomarlas por motivos profesionales, porque por mucho sentimiento que tengamos, todos estábamos, en mi caso, defendiendo a un club y el club es más grande y está por encima de las personas. Sin fuerzas no estaba, pero creo que no puedo abusar de la confianza de unas personas y unos profesionales que me lo han dado todo. No podía tener la fuerza moral para exigirles algo, cuando me habían dado tanto y yo a nivel de resultados les había dado tan poco. No podía condicionarlos”.
El asturiano confesó que se arrepiente de no haber contribuido a traer un mediapunta en verano: “Me hubiera gustado tener a Reyes desde el verano o a un futbolista de esas características, pero creo que en aquel momento teníamos potencial suficiente para llegar a diciembre mucho mejor de lo que llegamos. Como considero que fui parte importante de esa decisión, pues la hubiera cambiado”.
Finalmente, indicó que en su carrera deportiva nunca había tenido tan mala suerte:“Como profesional no me había ocurrido, creo que nunca tuve tan poca suerte. Y esa poca suerte nos ha privado de muchos puntos. Todos los partidos que perdimos los hemos perdido por la mínima y eso va minando la confianza de los profesionales”.
Marcelino García Toral se despedía así del Sevilla FC.
Michel es presentado por Jose María del Nido y Monchi
Y horas más tarde, concretamente a la una del mediodía pasaba por la misma silla, su sustituto, Michel. El madrileño claro, conciso e ilusionado pisaba por primera vez la sala de prensa del Pizjuán como entrenador del Sevilla FC.
En primer lugar desmintió que rechazara cualquier otra oferta porque estuviese a la espera de una llamada del club nervionense, y habló sobre su proyecto diciendo textualmente:
“No he dicho no a ningún club esperando la oportunidad del Sevilla FC.Sería una incongruencia querer que al Sevilla le fuese mal. Conozco al equipo, soy muy aficionado al fútbol y conozco a la plantilla. Es difícil no conocerla por la cantidad de buenos jugadores que tiene. Sé que vengo en una situación anómala para un club como el Sevilla FC, que ha tenido siempre muy buenos resultados y en estos dos últimos años ha pasado una situación más complicada. Enseguida he podido captar lo que significa este club. Lo he sufrido como futbolista y entrenador, y lo he disfrutado como aficionado. Ahora espero disfrutarlo como su entrenador. Sé lo que significa venir al Sevilla FC, de ahí mi responsabilidad e ilusión.
Mi mensaje es muy claro, quedan tres meses de competición y estoy tremendamente ilusionado por que el Sevilla esté donde debe estar. Pero no lo podemos lograr solos, necesitamos de todos y será al final cuando se evalúe. Pero, por nuestra parte, estamos convencidos de que revertiremos esta situación. Soy optimista, pero también realista y no podemos hacer nada si pensamos que somos ese Sevilla campeón, tenemos que demostrarlo en el campo. Con las posibilidades que ofrece esta plantilla, el equipo no se tiene que plantear ser tercero, sino puede tener en mente cualquier objetivo y cualquier meta. El Sevilla FC es un club lo suficientemente importante como para que piense en esas metas, conmigo como entrenador o con otro.
Está claro que entrenar al Sevilla FC no es cualquier cosa, además el Sevilla siempre ha revalorizado a sus entrenadores. Es un gran club y eso no lo puede olvidar uno. Sé perfectamente en qué club estoy y qué equipo manejo. Los propios futbolistas trasladarán el mensaje a la afición con su manera de jugar e intención. Yo no quiero protagonismos. Tengo una idea de fútbol e intentaré trasladarla e implantarla, pero no sería posible si los jugadores no se comprometen y tienen la actitud adecuada. No conozco a nadie que juegue bien al fútbol y no sea campeón. Hay plantilla y equipo para ello, pero la solución no está solo en mi mano, yo vengo para ayudar, los protagonistas son los futbolistas.
Dependemos de los jugadores en el terreno futbolístico y emocional, de su compromiso. Tenemos el diseño de trabajo que explicaremos y seguro comprenderán. Ellos son conscientes de la situación actual por la que está pasando el equipo y no debe pasar más tiempo en esta situación negativa. Son ellos los que deben darse cuenta. Ya ha pagado los platos rotos alguien y ahora, los demás que estamos aquí, tenemos que arrimarnos y no darle ventaja al rival. Los jugadores son listos para darse cuenta de lo que ha pasado. Mi impresión sobre la plantilla es muy buena, este equipo tiene recursos, pero todos necesitamos un poquito más y, si ellos son capaces de comprender esto, el equipo cambiará mucho su actitud, nivel de juego y resultados. Nos subiremos al carro que ellos quieran empujar, les iremos poniendo la mano en el hombro o, a veces, toques, pero lo importante son ellos. Estaría realmente preocupado si no hubiese material deportivo, pero lo hay. Y su actitud será fundamental, uno no se mete en un lío sin vocación ni actitud.
Ha llegado el momento de que se den cuenta de dónde están y qué escudo defienden. Lo saben, pero hay que insistir en ello y trabajarlo, y nosotros somos muy pesados en ese sentido. Este equipo no tiene problemas de jugadores. Intuyo que son otras circunstancias y que intentaremos modificar. Con eso, los resultados se verán en el campo. Nuestro reto es tener la confianza de los jugadores para que vean que lo que les decimos es verdad”.
Tras sus declaraciones atendió a las preguntas de los periodistas. Preguntado por la presión, éste negó que le asustara, “la presión me la creo yo mismo, soy perfeccionista y optimista, quiero hacer las cosas bien y que la importancia la tenga el club y sus jugadores, no yo”, añadió. También negó que su pasado madridista fuera a pasarle factura: “Vengo a defender lo que considero que es importante, el Sevilla FC”, comentó.
Sobre la cantera advirtió que no titubeará a la hora de tirar de ella, aunque puntualizó sobre este asunto que “son los jugadores del primer equipo los que tienen que darse cuenta de su situación y empujar juntos. Los chavales se tienen que subir al carro, pero no tirar de él. Contaremos con jugadores del filial en los entrenamientos y, si parecen interesantes, no tengo problema en darle la alternativa porque será una oportunidad para todos”.
Para finalizar, desmintió que estuviera cerca de firmar con el Betis, y dedicó elogios a su amigo Marcelino diciendo que es un profesional y una gran persona. Míchel sabe que su contrato es tan solo hasta el 30 de junio, pero sabiendo que tiene opción a una renovación si queda entre los cuatro primeros, aseguró que sería una alegría renovar para la próxima temporada porque significaría que el Sevilla está donde tiene que estar. "Sería una gran alegría por quien me contrata, no por mí. No vengo a ponerme en la exposición como el primero, sino detrás de los aficionados, el club y echar una mano. El Sevilla FC tiene que quedar donde debe”, añadió el técnico.
Michel llega al banquillo nervionense acompañado de su segundo Víctor Sánchez, del preparador físico José Vallejo y del analista Carlos Morales.
Como suele ser habitual pagan justos por pecadores, y claro lo más fácil y lo más ecónomico siempre es echar al entrenador, y es que, las victorias tienen muchos padres, pero las derrotas tan sólo uno.
Ya son unos cuantos entrenadores los que han pasado por el banquillo nervionense en cuestión de tres temporadas, sin conseguir los objetivos marcados y saliendo del Sevilla FC con la marca de decepción en sus ojos acompañados dejando un malestar importante entre los seguidores sevillistas.
El reto del Sevilla FC es hacer flotar de nuevo la bombonera, pero le quedan pocos cartuchos. Aunque todos deberían intentar siempre llegar a lo más alto, también hay que saber asumir los errores y ser conscientes de que no siempre se pueden conseguir los objetivos marcados, y se debe agachar la cabeza con humildad y señorío como hizo Marcelino. Hay veces que por mucho que te lo propongas no se pueden conseguir todos los objetivos por varias veces que lo intentes, y simplemente hay que serenarse y buscar otros objetivos y no estar en la agonía de siempre.
El Sevilla FC debe estar muy orgulloso de los títulos conseguidos y de haber levantado el club y haberlo dado a conocer internacionalmente, pero también debe hacer prestigio de su sencillez y ser consciente de que siempre ha sido un equipo de mitad de la tabla.
Michel ya es el último recambio, y si la artillería ya no funciona, más de uno tendría que pensar en dimitir...