El Submarino sigue imbatido a costa de rubricar la
primera derrota del Espanyol en Liga. Venció por 2-1 y se mantiene cuarto, en
Champions. Cuando aún no se había cumplido un minuto, Perbet adelantó a un
Villarreal que pudo sentenciar en la primera mitad. Casilla lo evitó y, tras el
descanso, el Espanyol mejoró y buscó el empate. Sin embargo, un jugadón de Cani
propició el 2-0 de Jonathan Pereira. Sergio García, en el minuto 80, redujo
distancias con un buen gol y puso la emoción hasta el final. Este triunfo entra
en la historia del Villarreal al ser el número 200 en Primera, justo en el
partido 500 en dicha categoría, y ha supuesto también el gol 400 (lo marcó
Jony, 2-0) en El Madrigal. El Espanyol no marcaba en El Madrigal desde la
temporada 2004/05. Aunque Sergio García rompió la sequía, no fue suficiente
para puntuar.
Casilla evitó la
sentencia en el primer tiempo
El Madrigal, pese a la hora y el día, registró una muy
buena entrada. La afición está enchufada y a los 30 segundos ya celebró el
primer gol. La acción la inició Hernán Pérez con un centro a la frontal peinado
por Cani y Perbet, sin oposición ante Casilla, la cruzó por el palo largo. Mejor
no podía empezar el choque para el Submarino que, a partir de ahí, manejó con
maestría su ventaja. El Espanyol, durante fases, tuvo más posesión aunque sin
superar a un Villarreal sólido y bien plantado. Por el buen trabajo defensivo
del Submarino, unido a la poca clarividencia del Espanyol en última línea, no
se contabilizaron ocasiones claras blanquiazules en la primera mitad. Tan solo
aproximaciones por banda que no encontraron destinatario. El Villarreal, por el
contrario, sí generó mucho peligro y, de no ser por un providencial Casilla,
hubiera podido dejar zanjada la partida. Giovani tuvo dos goles cantados, en
sendos mano a mano con Casilla, que este
desbarató. Mario también se topó con el muro españolista casi al filo del
descanso.
Decidió una
genialidad de Cani. Sergio García puso emoción
En la segunda mitad, las entradas de Víctor Sánchez y
Stuani le dieron al Espanyol más presencia ofensiva. Buen partido, especialmente,
del primero. Liberado de funciones defensivas, organizó bien y probó, sin
fortuna, aumentar su cuenta goleadora en Liga. Con las líneas espanyolistas
adelantadas, sufrió el Villarreal. Thievy avisó con un lanzamiento envenenado
que acarició la portería grogueta. Cuando la incertidumbre amenazaba, apareció
Cani en el minuto 66. Arrancada desde la izquierda directo al área. Víctor
Sánchez le encaró, tratando de impedirle el paso. El 10 se deshizo del perico con un preciso regate y, entonces, encontró
el pasillo que lleva directo al gol. Cani puso el pase de la muerte y, en boca
de gol, Jonathan Pereira tan solo tuvo que empujarla. Dicho tanto hubiera
destrozado el ímpetu de cualquiera, no el del Espanyol. La insistencia no cesó
y Sergio García hizo el tanto del honor. Un golazo. Recibió de Abraham y, de
espaldas a portería, se giró y avanzó al vértice derecho del área zafándose de
Pablo Iñiguez y Jaume Costa. Acabó la jugada con un potente derechazo por el
palo corto.
Manuel Monfort Marzá
Editor Ejecutivo - MotivaGoal
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