Reparto de puntos en una intensa batalla en la que
el Villarreal hizo sufrir de lo lindo a los del Cholo. El Atleti estuvo tan bien en defensa como mal en
ataque. Se adelantó en el minuto 2, mediante un autogol de Mario, y el resto
del partido se dedicó a defender como gato panza arriba las acometidas del
Submarino. El Villarreal jugó un excelente partido, de menos a más hasta empatar
en la recta final por medio de Uche tras una genialidad de Perbet. El Atlético
aguantó buscando una contra para finiquitar. Le faltó creatividad. Tanta que,
después del gol, ya no dispuso de ninguna ocasión clara. Mérito también del
excelente trabajo de la retaguardia local. Las defensas ganaron a los ataques.
El partido tuvo pocas ocasiones, pero si alguien mereció más fue el Villarreal.
En lo individual, partidazo de Bruno Soriano. Este empate, unido a la goleada
del Barcelona en el Benito Villamarín, deja al Atlético a tres puntos del
liderato. El ‘submarino amarillo’ continúa cuarto, con un punto de ventaja
respecto al quinto, el Athletic.
1- Villarreal C.F:
Sergio Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel, Jaume Costa; Hernán Pérez
(Aquino´60), Pina (Trigueros´60), Bruno, Cani; Uche, Jonathan Pereira
(Perbet´73).
1- Club Atlético
de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda,
Alderweireld, Insua; Raúl García (Arda Turan´61), Tiago, Gabi, Koke; Villa,
Diego Costa (Adrián´82).
Goles: 0-1
Mario (p.p) min.2, 1-1 Uche min.78.
Árbitro:
Pérez Montero (Comité andaluz). En el Villarreal C.F. amonestó a Cani (17´),
Jaume Costa (72´), Perbet (80´). En el Club Atlético de Madrid mostró la
tarjeta amarilla a Tiago (19´), Gabi (51´), Raúl García (57´), Koke (74´).
Datos: Encuentro de la jornada 13 de Primera División disputado en
El Madrigal ante 22.000 espectadores. Terreno de juego en perfectas
condiciones
El gol madrugador, lejos de ser una ventaja, supuso un marrón para el Atlético vista su manera de amortizarlo. Se fraguó en las botas de Juanfran. El lateral se marchó de Cani y centró al área pequeña. Mario, queriendo despejar en su duelo aéreo con Koke, la introdujo en su propia portería. Dicho contratiempo no afectó a un Villarreal que tenía claro como tenía que jugarle a su duro contrincante. Le igualó la intensidad, concepto primordial para tener opciones y, a partir de ahí, relució su estilo vistoso. Bruno se erigió en el líder de las operaciones. Dominó el centro del campo, recuperó, distribuyó y exhibió varios detalles de calidad. Su lucha con Raúl García le dejó con un hinchazón en el ojo y un vendaje. Con heridas de guerra, el capitán del Submarino demostró calidad, casta y arrojo. El partidazo de Bruno ante el Atlético es un mensaje inequívoco para Del Bosque. Otro que está en un estadio de gracia, Cani, tuvo la ocasión más clara del Villarreal en el primer tiempo. En el minuto 4, solo dos minutos después del 0-1, remató mal en una posición franca para marcar pillando descolocada a la defensa del Atlético.
El gol madrugador, lejos de ser una ventaja, supuso un marrón para el Atlético vista su manera de amortizarlo. Se fraguó en las botas de Juanfran. El lateral se marchó de Cani y centró al área pequeña. Mario, queriendo despejar en su duelo aéreo con Koke, la introdujo en su propia portería. Dicho contratiempo no afectó a un Villarreal que tenía claro como tenía que jugarle a su duro contrincante. Le igualó la intensidad, concepto primordial para tener opciones y, a partir de ahí, relució su estilo vistoso. Bruno se erigió en el líder de las operaciones. Dominó el centro del campo, recuperó, distribuyó y exhibió varios detalles de calidad. Su lucha con Raúl García le dejó con un hinchazón en el ojo y un vendaje. Con heridas de guerra, el capitán del Submarino demostró calidad, casta y arrojo. El partidazo de Bruno ante el Atlético es un mensaje inequívoco para Del Bosque. Otro que está en un estadio de gracia, Cani, tuvo la ocasión más clara del Villarreal en el primer tiempo. En el minuto 4, solo dos minutos después del 0-1, remató mal en una posición franca para marcar pillando descolocada a la defensa del Atlético.
Tras el descanso, el Villarreal subió el ritmo
buscando encontrar un resquicio en el acorazado rojiblanco. En términos defensivos,
el Atlético cuajó un excelente partido. Ante la insistencia del Villarreal con
desborde, último pase y paredes, atajó bien el peligro. El 4-4-2 de Simeone se
mantuvo ordenado, seguro y sin conceder ocasiones claras. Cada vez que robaba
el Atlético miraba hacia arriba buscando a Villa y Diego Costa. Ambos se
presentaban como las máximas amenazas, pero no les llegaron balones con
claridad. Al Guaje uno que le llegó, lo remató mal y Sergio Asenjo lo blocó sin
problemas. La gripe que persiguió a Diego Costa en las horas previas le mermó y
el brasileño no estuvo fino. Gabriel, que se estrenó en partido oficial en
casa, le vigiló bien y no le dejó maniobrar. El central brasileño y todos sus
compañeros de la zaga, taponaron bien cualquier intento rojiblanco. Koke, el
habitual cerebro, no encontró la clarividencia entre líneas y la entrada de
Arda en el segundo tiempo no solucionó este déficit.
El Villarreal jugó una gran segunda mitad,
mejorando las prestaciones del primer tiempo. En el 64´, Jony rozó el empate
con un remate con la pierna mala que salió cerca del palo largo. Con los
cambios, el Submarino encontró el estirón definitivo. Marcelino acertó con la
entrada de Aquino, Trigueros y Perbet. Ante todo, el francés. Jérémy revolucionó
el choque y arriba dio la claridad que le faltaba a su equipo. Su participación
en el tanto del empate, decisiva. En el minuto 78, se zafó de Alderweireld en
el vértice derecho del área y se la puso en bandeja a Uche. El nigeriano la
empujó lo suficiente y, tras contactar con Juanfran, el esférico entró en la
red colchonera. Por su parte, Alderweireld e Insua no superaron el corte de
reemplazar a Godín y Filipe, respectivamente. La misión de hacer olvidar a dos
piezas claves no se antojaba sencilla y, aunque la defensa se mostró a un buen
nivel, ambos se mostraron poco expeditivos. El central belga tuvo un error que
costó un gol y en el costado de Insua, el Villarreal concentró muchos de sus
ataques. El Villarreal, después de empatar, se vino arriba y buscó la remontada.
En el 81´ pudo fraguarla de no ser por Miranda, providencial evitando un mano a
mano de Perbet con Courtois.
Con el pitido final, ambos conjuntos respiraron
después del frenético ritmo impuesto. Ahora toca parón en Liga por los
encuentros de selecciones. Antes, este miércoles, homenaje a Senna en El
Madrigal.
Manuel Monfort Marzá
Editor Ejecutivo - MotivaGoal
manuelmonfortmarz8@gmail.com
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