Un país de 3,8 millones de
habitantes vivió ayer su día más feliz, futbolísticamente hablando, de sus 20
años de existencia. Bosnia-Herzegovina está de fiesta y no es para menos. Disputará, por primera vez en su historia,
una Copa del Mundo. Certificó su clasificación directa tras vencer (0-1) en
Lituania con un gol de Ibisevic, lo que le ha valido la primera plaza de su
grupo. Los ‘dragones’ han acabado empatados a puntos (25) con Grecia, a la que
han superado en el gol average por un tanto de diferencia.
En las dos ediciones
anteriores, Bosnia ya rozó el pase a una fase final de una Copa del Mundo. En
Alemania 2006, se quedó a falta de un triunfo para acudir. En Sudáfrica 2010, fue
apeado por Portugal en la repesca. A la tercera, le llegó la vencida. La
insistencia se ha visto premiada, al igual que la progresión ascendente que ha
experimentado dicho combinado, a partir de la irrupción de sus figuras.
El potencial bosnio se
encuentra de tres cuartos de cancha hacia delante. Allí emergen sus cuatro jugadores
más destacados. El principal, Edin Dzeko.
El delantero del Manchester City ha aprovechado su facilidad para armar el
remate y ha acabado como el máximo goleador de los ‘dragones’ en la fase de
clasificación con 10 tantos. Le sigue de cerca su homólogo en el ataque, Ibisevic, con 8 tantos. Dzeko e Ibisevic
forman una dupla muy peligrosa que se beneficia de la creatividad de Pjanic y Misimovic. Ambos aportan el
último pase, dan criterio a la circulación y, además, ven puerta con relativa
facilidad.
Gran
celebración
Manuel Monfort Marzá
Editor Ejecutivo - MotivaGoal
manuelmonfortmarz8@gmail.com
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