Se esperaba con mucha
expectación el partido entre blaugranas y madridistas, pues está claro, que son
dos de las mejores plantillas del mundo y como suele ocurrir, el mencionado
duelo fue un autentico fiasco, pues ninguno de los hizo meritos para ganar y
los dos entrenadores estuvieron muy por debajo de sus equipos, especialmente,
Ancelotti.
Ya escribí un artículo
acerca de las contradicciones que tiene el técnico italiano, pero cada día que
pasa, su inutilidad y su escasa capacidad para dirigir la nave merengue queda
al descubierto. La táctica y la alineación del pasado sábado en el Camp Nou fue
un autentico regalo para los azulgranas y una bomba envenenada para los
madridistas. Como ya es sabido, utilizó a Sergio Ramos de mediocentro… El
sevillano es un excelente central que posee grandes condiciones, pero la
técnica no está entre ellas y eso lo notó el Madrid, que regaló casi 60 minutos
de partido. Al menos, acertó con los cambios y la entrada de Illarramendi,
Benzema y Jesé mejoró notablemente al equipo. Si hubiese apostado por el de
Mutriku como ha estado haciendo en los últimos encuentros, está claro que el
resultado hubiese sido otro. Una vez más, el italiano demostró no estar a la
altura del Real Madrid. Con razón los culés se alegraban tanto de la marcha de
Mourinho del Madrid, pues de estar el genial pero siempre polémico técnico
portugués, no habría habido color.
El otro factor
determinante fue el trencilla del encuentro, Undiano Mallenco, quien regaló el
triunfo al Barça con una actuación que pasará a la historia por la galería de
errores que cometió. Hasta tres penaltis reclamó el cuadro madridista: dos de
Adriano, uno por mano tras un remate de Khedira y otro por dar una patada al
alemán y el otro, y el más claro de los tres, un empujón escandaloso de
Mascherano a Cristiano Ronaldo. Último jugador y ocasión manifiesta de gol,
penalti y expulsión, pero incompresiblemente, el navarro se hizo el sueco y
truncó de esta manera, la posible remontada madridista.
Lo más alarmante, es la
falta de criterio y de moralidad cuando se favorece a un equipo u otro. Si
cuando al Madrid le regalaron 2 puntos a última hora en Elche, toda España y
los principales diarios deportivos se levantaron indignados con ese hecho. Sin
ir más lejos, hasta Victoriano Sánchez Arminio, presidente de los árbitros,
reconoció abiertamente que Muñiz se había equivocado y lo mandó a la nevera. ¿Por qué no lo hizo cuando este
mismo árbitro se equivocó a favor del Barça? ¿Por qué no habla ahora? Esto
muestra que nos encontramos ante una Liga amañada y que difícilmente tendrá
otro ganador que no sea el Barça, pues los tratos de favor en los últimos años
rozan el esperpento.
La
doble moralidad de los culés con los árbitros
El único integrante de
la plantilla blaugrana que ha tenido la ética de reconocer que se equivocó
Undiano ha sido su entrenador, quien a pesar de llevar menos tiempo que nadie
en el club, ha demostrado tener más honradez que los que presumen de haberse
criado en una cantera y un club que les transmite teatro, mentiras y
manipulación.
Los jugadores
blaugranas parecen olvidar que ellos son los pioneros a la hora de poner
excusas a la derrota. Tan sólo vale con echar un vistazo a la hemeroteca para
leer las declaraciones de los azulgranas cuando pierden. La doble moralidad que
se gastan es incomprensible, pues hablamos de un club que ha ganado Champions
con los escándalos del Stamford Bridge o el Bernabéu.
Luis Alberto Reyes Almansa
Periodista Deportivo
Redactor Liga BBVA
MotivaGoal
Twitter: @LuisAlbReyes
Redactor Liga BBVA
MotivaGoal
Twitter: @LuisAlbReyes