LA FRUSTRACIÓN DEL FC BARCELONA
“Yo hoy creo
que el Barcelona era un club para mí, de verdad. El mejor club del mundo, mejor
incluso que la Juventus
pero yo no conocía la idiosincrasia de los catalanes y no me imaginaba tampoco
que me iba a encontrar a un presidente como José Luís Núñez.”
El Barcelona
mostró interés por Diego Maradona cuando aún jugaba en Argentinos Juniors. En
1978 era imposible imaginar la salida del jugador del país ya que la dictadura
militar y la Asociación
de fútbol (AFA) no veían con buenos ojos su partida antes del mundial de España
82. El equipo catalán tuvo que esperar cuatro largos años para fichar a un
joven de 21 años por el que pagó 1.200 millones de pesetas, cifra récord en el
fútbol mundial de la época.
“En realidad
fue una etapa complicada, oscura y difícil. Pasé de jugar en un fútbol
tranquilo a jugar a otra cosa. Al principio no la agarraba de ningún lado. En
los entrenamientos te pegaban patadas en la boca. El cambio de la técnica a la
furia fue muy fuerte. ¡Ellos corrían y yo tocaba! Y yo no me iba a acostumbrar
a eso: correr, correr y correr.”
En España,
Maradona descubrió un estilo de juego muy duro y muy físico. Tuvo que adaptarse
y encontrar una alternativa útil para jugar sin morir en el intento. Se hizo
fuerte, entrenó para adquirir potencia física y al conseguirlo empezó a frenar
a sus compañeros con la pelota. Diego marcaba el ritmo y les trasmitía la
técnica manteniendo la furia.
Su primer
partido oficial con el Barcelona fue el 4 de septiembre de 1982 perdiendo con
el Valencia por 2- 1. Dos meses después de su debut con quince partidos jugados y seis goles en su
haber le detectaron una hepatitis que le mantuvo alejado de los campos tres
eternos meses.
“La hepatitis
me la descubrieron el jueves 15 de diciembre de 1982. El tobillo me molestaba y
fui a ver al doctor. Cuando entré a la clínica el médico en vez de mirarme el
tobillo me miró los ojos y me sacó sangre. Me fui a casa todo asustado. Al otro
día apareció uno de los médicos del Barcelona dando muchas vueltas para decirme
algo. Yo estaba cada vez más nervioso hasta que por fin me dijo que tenía
hepatitis. Y me mató. Me encerré en casa. Para las fiestas la única alegría que
tuve fue saber que el “flaco” Menotti sería el entrenador”.
Cuando
Maradona llegó al Barcelona el equipo tenía como míster al alemán Udo Lattek,
el hombre con más prestigio de la historia del fútbol de su país pero su
concepción bélica del fútbol no comulgó con el estilo Maradoniano quien no
soportó su exigente ritmo de trabajo con pelotas muy duras o con la norma de
levantar temprano a los jugadores para salir a caminar. La llegada de Menotti
cambió el estilo de juego, las costumbres y la relación más cercana con el
equipo.
El 24 de septiembre de 1983 marcó un capítulo especial en la vida del crack argentino. En el Camp Nou se enfrentaron los locales y el Athletic en un partido correspondiente a la cuarta jornada de la liga. El Barcelona ganó por
“Yo no lo vi venir en la cancha. Si no, lo habría esquivado, como tantas otras veces ante otras patadas. Sentí el golpe, oí el ruido, como de una madera que se rompía. Con el tiempo lo perdoné a Goikoetxea. En aquella época los hinchas del Barcelona decían que era un asesino y yo no los contradecía. El diario Marca sacó un título perfecto: Prohibido ser artista. Era una buena síntesis ya que yo era algo así como la bandera de los que se divertían con la pelota.”
La operación
la hizo el doctor González Adrió y se le diagnosticó un período de recuperación
de hasta seis meses. Gracias a la intervención magistral del doctor Rubén
Oliva, médico de confianza de Maradona, el diez reapareció en tan solo tres
meses y medio. Finalmente solo pudo jugar 16 partidos y marcar once goles en la
temporada.
La final de la Copa del Rey por segundo año
consecutivo, cerró el capítulo negro de Diego en el Barcelona. El
enfrentamiento ante al vigente campeón de Liga, el Athletic y el reencuentro
con Goikoetxea tras la lesión provocó
tensión, insultos varios en los días previos y una batalla campal al término
del partido ganado por los vascos. Maradona y otros compañeros fueron
sancionados por la Federación. La
sanción a Diego fue de tres meses sin poder jugar en las competiciones
españolas.
“Después del
escándalo, me decidí definitivamente y pegué un portazo. Del otro lado dejé un
contrato en blanco, que me ofrecía el vicepresidente Joan Gaspart: Pon la
cifra, me decía. De atrás, Cyterszpiller me susurraba: Dale, dale, ponela y nos
quedamos... Yo le dije muchas gracias y me fui. No tenía ni idea hacia donde.”
Vídeo: Maradona en el FC Barcelona
LA EXPLOSIÓN EN EN NAPOLI
“El día de la presentación, y sólo para verme, ¡fueron 80.000 napolitanos al San Paolo! Fue el jueves 5 de julio de 1984. Cuando bajé por las escaleras del túnel me temblaban las piernas. Sabía que me estaba jugando la vida, que empezaba de nuevo, en un lugar que tenía mucho que ver conmigo. Por eso le dijo a los periodistas algo que me salió del corazón: quiero convertirme en el ídolo de los pibes pobres, porque son como era yo cuando vivía en Buenos Aires.”
El primer año de Maradona en el club fue bueno en el plano individual consiguiendo 14 goles que sirvieron para amortizar su compra pero el equipo no consiguió pasar de la zona media de la tabla.
“En la primera rueda sacamos ¡nuevos puntos! Una vergüenza. Peleábamos con el Udinese por el descenso. Por suerte ganamos. Después de las fiestas empezamos a sumar, nos quedamos fuera de
Para la segunda temporada 85-86 llegaron al club jugadores como Alessandro Renica el portero Claudio Garella que se caracterizaba por atajar con los pies y Bruno Giordano.
“Cuando lo vi por primera vez a Giordano me di cuenta que era un jugador para nosotros. Jugaba en
La sociedad Diego Maradona-Bruno Giordano aportó 21 goles para terminar terceros a seis puntos de
Los grandes logros llegaron en los años 1986 y 1987 cuando el fútbol, los napolitanos y Maradona se mancomunaron con el único objetivo de demostrar y demostrarse que el miedo podía desaparecer, que ganar un Scudetto era posible y que a grandes batallas, grandes guerreros. El Scudetto fue de toda la ciudad y se festejó como una conquista pero también como una liberación. Se rompieron cadenas muy duras y se terminó con años de racismo. El napolitano pudo gritar bien alto: “sí, se puede”.
“Para la gente, yo era el capitán del barco, yo era la bandera. Podían tocar a cualquiera pero a mí no”.
El Napoli comenzó con buen pie el campeonato. Subió escalones con autoridad y se ubicó en la cima de la tabla. Tras una leve pérdida de nivel, primero Inter y después Juventus acortaron distancias. La lucha final con
“Ya éramos campeones cuando me enteré de un pequeño dato estadístico: sólo dos equipos habían ganado en un mismo año el scudetto y
Maradona y sus compañeros consiguieron para el club su tercera Copa Italia (anteriormente el Nápoli había sido campeón en los años 1961/62 y 1975/76. La cuarta copa la consiguió en 2011/12 con su máxima figura Edison Cavani). La victoria fue aplastante ya que ganó todos los partidos disputados incluyendo las dos finales contra Atalanta.
La fórmula “MaGiCa” (Maradona, Giordano y Careca) fue decisiva para afrontar la temporada 1987-1988. El equipo empezó arrasando pero el declive llegó a poco de terminar. Nápoli quedó segundo y por primera vez el nombre de Maradona se vio involucrado con la camorra.
“Empezamos nuestra carrera en
El primer título internacional del Nápoli se consiguió en Stuttgart cumpliéndose así con el gran sueño de Maradona. El segundo Scudetto fue también memorable venciendo en la última fecha de la temporada 1989-
La alegría de ganar
“Decían que los napolitanos ya no me querían más, que era peligroso que volviera. Decidí volver y dar la cara, a ver quién mentía. Se hablaba de la camorra y de la droga. Cuando volví la gente me recibió con los brazos abiertos. Me molestó mucho que Ferlaino y el club no me defendieran. Me despedí del Napoli con un gol a
Vídeo: Maradona en el Napoli
EL SEVILLA Y SU GUERRA PERSONAL CON BILARDO
El fichaje de Maradona por el Sevilla de Carlos Bilardo fue todo un culebrón, ya que el Nápoli se negaba a que se hiciera el traspaso.
Las lesiones continuas en su rodilla marcaron a fuego su tiempo en el conjunto andaluz.
“El domingo 12 de junio de 1993 jugamos contra el Burgos. De pronto noté que la rodilla se me iba. Cuando terminó el primer tiempo le dije a Carlos si me infiltraba para seguir o salía. El me dijo que me infiltrara. El médico me metió tres inyecciones. Así salí de nuevo. A los diez minutos miré para el banco y vi la chapa número diez. Bilardo me sacaba y sí le insulté de arriba a bajo como todo el mundo vio por televisión. Fui al vestuario y lo rompí todo”.
La discusión entre ellos siguió al día siguiente. “Le di una trompada nos desahogamos y nos pedimos disculpas. Se recompusieron las cosas pero ya no fue lo mismo.”
Maradona cree que su marcha del Sevilla fue pactada entre los dirigentes, el presidente Del Nido y el propio Bilardo. “Me sacaron de encima por rebelde, por no aceptar las cosas como ellos las planteaban. Lo mío con el Sevilla terminó mal, muy mal”
Vídeos: Maradona en el Sevilla FC
Sandra Vadillo
Periodista Deportiva
sandravadillo.mediapress@gmail.com
Twitter: @sandrapress
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