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El Sevilla dio un paso muy importante en sus aspiraciones europeas al ganar en El Madrigal y quedarse a 2 puntos del Villarreal, quinto en la tabla. Qué mejor manera de borrar el sorprendente KO de Copa ante el Racing que dando un buen golpe en la mesa de cara a alcanzar la cuarta plaza de Champions. Cala, en la primera parte, y Bacca, en la segunda, adelantaron a los de Emery. Un penalti de Cala en los últimos minutos sobre Jaume Costa, que propició la expulsión del central, dio vida al Villarreal hasta el final. Perbet recortó diferencias y el Submarino buscó la épica sin recompensa. El conjunto castellonense suma su cuarto partido seguido sin ganar en El Madrigal en Liga (cinco contando el de Copa en Elche).
1- Villarreal C.F: Asenjo; Mario, Musacchio,
Gabriel, Jaume Costa; Aquino (Pina´46), Trigueros, Bruno (Jonathan Pereira´71),
Hernán Pérez; Giovani, Uche (Perbet´67).
2- Sevilla F.C: Beto; Coke, Cala, Fazio, Fernando
Navarro; Iborra, Carriço; Reyes (Jairo´73), Rakitic, Vitolo; Bacca
(Gameiro´84).
Goles: 0-1 Cala min.24, 0-2 Bacca min.71,
1-2 Perbet min.88.
Árbitro: González González (Comité castellano-leonés). En el
Villarreal C.F. expulsó a su entrenador, Marcelino (44´). Además, amonestó a
Jaume Costa (55´), Gabriel (57´), Jonathan Pereira (93´). En el Sevilla F.C.
expulsó a Cala (86´). Mostró la amarilla a Carriço (52´), Coke (69´), Iborra
(76´) y Beto (90´).
Datos: Encuentro de la jornada 17 de
Primera División disputado en El Madrigal ante 19.000 espectadores. Terreno de
juego en perfectas condiciones.
Cabezazo inverosímil de Cala al fondo de las mallas
En la primera parte, el Villarreal solo superó al Sevilla en los primeros minutos. A base de un ritmo alto, plasmado en un dominio evidente, llegó una ocasión clarísima en el minuto 2 que Giovani desperdició. Una indecisión de la zaga sevillista en el despeje dejó al mexicano solo ante Beto, en posición a merced para el gol. Gio pecó en la definición, mandado su remate con la zurda por encima del travesaño. Fue el único error defensivo hispalense. A partir de ahí, emergió un Sevilla impoluto en el orden defensivo que dificultó las transiciones ofensivas del rival. El conjunto nervionense, con las espaldas bien cubiertas, creció en ataque y aprovechó una jugada a balón parado para adelantarse. Rakitic botó una falta lejana al vértice derecho del área, donde Cala plasmó una ejecución difícil e improbable antes de ejecutarse. Sin casi ángulo, se sacó un cabezazo elevado cruzado que superó a Asenjo por arriba. Cala sorprendió a todos. A sus compañeros y, también, a sus contrincantes. Aunque lo que no extraña es que el Sevilla marcara en una jugada de estrategia, ya que por algo es el equipo de Primera más goleador la balón parado.
El Villarreal no se encontró
cómodo del todo ante la presión y el orden del Sevilla. Las líneas de pase de mitad de cancha
hacia delante siempre solían encontrar resistencia. Le faltó profundidad. Aunque Gabriel dio criterio
en la salida y Jaume Costa y Hernán Pérez profundidad en la banda
izquierda, no fue suficiente para encontrar el gol. Aún así, el Submarino
dispuso de varios acercamientos con peligro. Ante todo un disparo de Trigueros
en el minuto 27 que exigió una buena estirada de Beto. En
el Sevilla, Iborra y Carriço ejercieron un buen empuje en la línea de medios y
Rakitic empezó a mover fichas desde la mediapunta. Los tres se juntaron y
conectaron bien, montando contras peligrosas sobre las inmediaciones del área
local. En una de estas, en el minuto 36, se paseó el segundo gol en el área
chica del Villarreal. Iborra, en la derecha, puso un centro-chut que no cazó
por muy poco Bacca en su carrera. En líneas generales, en la primera parte, el
planteamiento físico de Unai Emery desarboló los mecanismos ofensivos del
Villarreal.
Bacca dejó el partido encarrilado
Bacca dejó el partido encarrilado
Marcelino, que fue expulsado rigurosamente en el 44´ por protestar al árbitro, movió ficha tras el descanso introduciendo
otro mediocentro buscando más control. Entró Pina y Aquino se quedó en la
caseta. El Villarreal volvió del vestuario con ganas, imprimiendo una fuerte
marcha en su juego para igualar la contienda. El Sevilla, por su parte, mantuvo
su buen nivel defensivo e intensificó sus ataques buscando la sentencia. El
resultado, un toma y daca con ocasiones en ambas porterías. Igual se mascaba el
empate que el segundo del Sevilla y, en este frenesí, llegó lo segundo.
Bacca, en el minuto 71, aprovechó un
mal despeje de Musacchio para poner tierra de por medio. Anteriormente, el
colombiano había avisado con un remate de cabeza al larguero en el minuto 59.
Un minuto después, Rakitic botó magistralmente una falta directa que se topó
con Sergio Asenjo. También Giovani y Uche dispusieron de sendas acciones
peligrosas para haber empatado, sobre todo, Gio con un lanzamiento desde la
frontal que acarició el poste.
El gol de Perbet y la expulsión de Cala, esperanza sin recompensa
El Villarreal, tras el 0-2, no cesó en su ímpetu de atacar y atacar buscando ese resquicio que le metiera nuevamente en el partido. Lo encontró a tres minutos del final. Juan Cala cazó a Jaume Costa dentro del área y el colegiado señaló el punto fatídico. Penalti y expulsión. Perbet lo transformó, engañando a Beto. El tanto del francés fue como un subidón para el Villarreal y la grada. Quedaba poco pero, al estar el Sevilla con inferioridad numérica, se creía en el empate. La hinchada cantó ‘¡Sí se puede!’ y los jugadores se contagiaron de esta fe, persiguiendo como locos la épica. Ciertamente, el 2-2 rondó El Madrigal tan solo un minuto después del 1-1. Perbet, desde la banda derecha, puso el pase de la muerte al que no llegaron ni Giovani ni Gio por centímetros. Ahí estuvo la épica. En ese instante se esfumó, ya que no hubieron más ocasiones. El Sevilla se queda a dos puntos de Europa y minimiza los efectos del KO copero ante el Racing. El Villarreal pasará las Navidades en puestos europeos. Se queda a dos puntos del Sevilla y la Real Sociedad, sexto en la tabla, podría quitarle la quinta plaza si se impone al Granada.
El Villarreal, tras el 0-2, no cesó en su ímpetu de atacar y atacar buscando ese resquicio que le metiera nuevamente en el partido. Lo encontró a tres minutos del final. Juan Cala cazó a Jaume Costa dentro del área y el colegiado señaló el punto fatídico. Penalti y expulsión. Perbet lo transformó, engañando a Beto. El tanto del francés fue como un subidón para el Villarreal y la grada. Quedaba poco pero, al estar el Sevilla con inferioridad numérica, se creía en el empate. La hinchada cantó ‘¡Sí se puede!’ y los jugadores se contagiaron de esta fe, persiguiendo como locos la épica. Ciertamente, el 2-2 rondó El Madrigal tan solo un minuto después del 1-1. Perbet, desde la banda derecha, puso el pase de la muerte al que no llegaron ni Giovani ni Gio por centímetros. Ahí estuvo la épica. En ese instante se esfumó, ya que no hubieron más ocasiones. El Sevilla se queda a dos puntos de Europa y minimiza los efectos del KO copero ante el Racing. El Villarreal pasará las Navidades en puestos europeos. Se queda a dos puntos del Sevilla y la Real Sociedad, sexto en la tabla, podría quitarle la quinta plaza si se impone al Granada.
Manuel Monfort Marzá
Editor Ejecutivo - MotivaGoal
manuel.monfort@motivagoal.com
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