Es un hecho que
el fútbol femenino está en auge. El balompié
ya no es únicamente un deporte de hombres sino más bien todo lo contrario. Y muestra de ello es el interés creciente como
deporte espectáculo en varias regiones del mundo.
En la actualidad,
países como Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Alemania, Japón y los países
escandinavos, entre otros, tienen ligas femeniles profesionales de gran
nivel. Aunque está claro que aún hay
una enorme distancia entre los ingresos percibidos por el fútbol masculino y el
femenino, poco a poco el crecimiento del balompié de mujeres se va notando en
el aspecto comercial.
En la actualidad,
la FIFA organiza diversos campeonatos femeniles que cada vez cogen más fuerza a
nivel de seguidores y audiencias televisivas.
En el 2015 Canadá será el país anfitrión de lo que promete ser la Copa
Mundial Femenil más vista en toda la historia.
Este año Canadá
también será la sede de Mundial Femenino Sub-20 organizado por la FIFA y
reunirá a las mejores 16 selecciones femeniles de esta categoría. Patrocinadores como Coca-Cola, Emirates,
Adidas, Visa, Kia y Sony estarán presentes aportando a nivel económico y
técnico.
Queda claro que
para que el fútbol femenil verdaderamente llegue a ser una fuerza a nivel
mundial, harán falta las grandes estrellas que dominen en el deporte. En Estados
Unidos, por ejemplo, el fútbol femenil siempre ha contado con grandes figuras
como Mia Hamm, Brandi Chastain, y más recientemente la guardameta Hope
Solo. Y son estas figuras las que
eventualmente atraen a los aficionados, las televisoras, y a los patrocinadores de gran nivel.