El héroe de la Séptima fue
Mijatovic. El de la Octava, Raúl. El de la Novena, Zidane. El de la Décima, Sergio
Ramos.
El
de Camas rescató al Real Madrid en Lisboa cuando todo parecía perdido. Al
llegar al tiempo extra, el Atlético iba ganando 1-0 y, prácticamente, tocaba su
primera Copa de Europa. El gran sueño rojiblanco se dilapidó a dos minutos del
final, igual que en la final de 1974 ante el Bayern. Ramos hizo esta vez de
Schwarzenbeck. El de Camas cazó un córner botado por Modric y batió a Courtois
con un cabezazo seco y potente, pegado a la cepa del poste. El central evitó
‘in extremis’ que la Décima continuara siendo una obsesión. Su gol fue el de la
fe, el que hizo creer a los suyos firmemente que la victoria no se escaparía,
provocando el efecto opuesto en el Atlético de Madrid. En la prórroga, el Real
Madrid hizo valer su clara superioridad física y anímica ante un Atleti renqueante
y sin energía. Bale, Marcelo y Cristiano fueron los otros goleadores y
desnivelaron la balanza. El que hizo lo más difícil, Ramos. Sin él no hubiera
habido remontada, ni Décima.
El internacional español se
mostró igualmente decisivo en las semifinales ante el Bayern. Se recordará su doblete en el histórico
0-4 del Allianz Arena. Nuevamente, de cabeza. Dos testarazos en los
primeros compases que pusieron el marcador en un 0-2, dejando sin opción a la
remontada a los de Guardiola. La cabeza de Ramos ha contribuido sobremanera en
la recta final del camino a la Décima.
Sergio
tenía una cuenta pendiente con la Champions. En la máxima
competición continental había vivido diversas y amargas eliminaciones, además
de sufrir de primera mano varios despropósitos ante el Bayern. En 2007 le
anularon un gol por fuera de juego en el Allianz que, de haber sido concedido, hubiera
evitado la eliminación merengue en octavos. Más recientemente, en 2012, se
sitúa el penalti que mandó al limbo ante el combinado alemán en las
semifinales. Ramos ya tiene saldada esta deuda que tenía pendiente con la
conquista de la ‘orejona’, el único título que le faltaba añadir a su palmarés.
El
central madridista está completando la mejor temporada de su carrera y
eso que inició la misma dubitativo, cometiendo ciertos errores que provocaron ciertos
desajustes defensivos. Nada más empezar 2014, ya ofreció un óptimo rendimiento
que ha ido ‘in crescendo’ hasta la fecha. Ramos ha terminado el curso
pletórico, rallando a un altísimo nivel. Probablemente, el mayor que ha
alcanzado. Defensivamente, en la segunda mitad de la temporada, ha sido un muro
para los rivales. Muy difícil de superar en el uno contra uno, ejerce como un
pulpo robando balones. Le ayuda a ello su intensidad, buena colocación y
concentración. Junto a Pepe (gran temporada también la suya) ha formado una
excelente pareja de centrales, con Varane en la recámara. Ramos se compenetra
muy bien con los compañeros de la zaga, lo que le permite al equipo gozar de
unos buenos automatismos defensivos en forma de solidez.
Ramos está cargado de
confianza, lo que le anima a intentar cosas distintas. Como, por ejemplo,
adelantar la línea de dos centrales hasta mitad de cancha. Los balones a la
espalda de la defensa no suele pillarle desprevenido. Reacciona bien gracias a
que es un central rápido. Si bien, ofensivamente, su mayor aportación reside a
balón parado. Su potente remate de
cabeza le ha dado muchos réditos al Real Madrid en este final de temporada
y no solo en la Champions. También en la Liga ha dejado su sello en varios
duelos. Los números están ahí y dicen que esta ha sido la temporada más realizadora
de su carrera con 7 tantos (4 en Liga y 3 en la Liga de Campeones).
Con el Mundial a la vuelta
de la esquina, Sergio Ramos se presenta
como uno de los mejores avales de España para revalidar la corona Mundial.
Junto a Piqué, formará otra interesante dupla de centrales. Ambos se entienden
bien, tal y como ya demostraron en la última Eurocopa de 2012. Ramos venía
jugando con ‘La Roja’ de lateral derecho, posición en la que jugó hasta que Puyol
se cayó de las convocatorias por culpa de las lesiones. Desde entonces, se
mantiene inamovible en el eje central de la retaguardia. Ramos es un buen
lateral. Como central, el mejor del mundo actualmente.
Manuel Monfort Marzá
Editor - MotivaGoal
manuel.monfort@motivagoal.com
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