La fase de grupos fue
espectacular y el inicio de los octavos siguió por el mismo cauce. Brasil rozó
el KO ante Chile y Colombia alcanzó por vez primera los cuartos en otra
exhibición de James Rodríguez.
Se recordará una acción que
pudo cambiar el desenlace del Brasil - Chile. Ese disparo de Pinilla en el
último minuto de la prórroga que se topó con el travesaño. La madera evitó la gesta chilena y el fracaso de los fracasos brasileño.
Luego Julio César emergió como el héroe de la tanda de penaltis. En Sudáfrica
2010, el meta fue señalado por su error clamoroso ante Holanda que costó el KO
en cuartos. Cuatro años después saldó la deuda, salvando a Brasil. Julio César fue
elegido el hombre del partido: atajó dos penaltis en la tanda y, durante el
partido, realizó una parada a bocajarro a disparo de Aránguiz.
Chile
sufrió un final dramático que no mereció. En la segunda mitad, le dio un baño a
Brasil. Chile tenía el partido controlado. Maniató a Brasil con
el control de la posesión y una presión asfixiante que neutralizaba cualquier
intento de ataque brasileño. Le faltó traducir el dominio en ocasiones. Solo
una, clarísima, la mencionada de Aránguiz. Mucho fútbol y poca pegada, el único
pero. Chile quemó mucha gasolina y, cuando se le terminó, Brasil se animó con
más arrebatos que fútbol. Chile resistió estoicamente. Forzó la prórroga y,
tras ser dominado durante la misma, pudo ganar al final. La imagen de Medel,
jugando lesionado y aguantado hasta no poder más, representó la inquebrantable
resistencia de ‘la roja’.
Brasil,
nuevamente gris, jugó un mal partido. Tiene un grave problema de juego. La
clave está en el doble pivote, donde Scolari no da con el acompañante de Luiz
Gustavo. Paulinho no está al nivel de la Confederaciones y ayer Fernandinho no
funcionó, como tampoco Ramires cuando salió. De todos modos, la solución pasa
por Fernandinho. Pero no actuando por delante. Brasil necesita salida desde
atrás y ahí debe ubicarse a Fernandinho para que dé fluidez en la circulación. Si
esto sucede Brasil jugará mejor.
Destacar el partido de Hulk,
el que más lo intentó de los suyos. Claudio Bravo –ha cuajado un gran Mundial–
hizo alarde de reflejos para desbaratar todos los intentos del extremo del
Zenit. A Hulk se le anuló bien un gol en el que se ayudó con la mano para
controlar. No brilló Neymar como lo había hecho en los anteriores días. Dejó
detalles, pero sin ser totalmente decisivo. No siempre se puede, obviamente. Si
marcó el quinto penalti y terminó tumbado, llorando de la emoción. Una de las imágenes
del Mundial.
La gran irrupción de esta
Copa del Mundo juega con Colombia. Ya venía apuntando como un magnifico
jugador. En Brasil, James Rodríguez se
está catapultando como un nuevo inquilino para el escalafón de crack.
Estamos ante un 10 que rezuma calidad, visión de juego, último pase y, lo más
importante, mucho gol. Ante Uruguay, doblete decisivo. El primer tanto estará entre
los mejores goles del año: control con el pecho y volea precisa y colocada que
limpió las telarañas de la portería charrúa. El 2-0 que cerró el partido define
el estilo de Colombia. Jugada elaborada, de toque, que acaba con el cabezazo
atrás de Cuadrado a James. El crack cafetero se sitúa como Pichichi del Mundial
con cinco tantos.
Uruguay se marchó con la
cabeza alta. Lo normal es venirse abajo
cuando tienes en contra un 2-0, pero el carácter y la garra uruguaya no
entiende de no competir hasta el final. Eso hizo Uruguay y de no ser por
las paradas de Ospina, perfectamente se hubiera metido en el partido. El
arquero fue el otro factor decisivo de los cafeteros. También buen Mundial el
suyo, situándose como uno de los mejores de la competición en su puesto. A
Uruguay le afectó el asunto que envolvió al caso Luis Suárez. Aunque compitió
bien, sin Suárez pierde potencial. Cavani es otro gran delantero. Trabaja
mucho, es un depredador de área, pero no tiene la calidad de Suárez. ¡Ay si
Uruguay tuviera buenos pasadores en el centro del campo!
Colombia fue superior y
superó justamente a Uruguay. El cuadro colombiano alcanza por vez primera los
cuartos de final, donde le espera Brasil. Duelo trepidante. Lo de Chile fue un
aviso muy serio para Brasil. Como lo repita ante Colombia ya se puede ir
despidiendo de ‘su’ Mundial.
Manuel Monfort Marzá
Editor - MotivaGoal
manuel.monfort@motivagoal.com
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