24 años sin ganar el
Mundial, demasiado para una máquina diseñada para aplastar. Pese a la sequía,
siempre ha estado ahí. En 2002, subcampeona. En 2006 y 2010, tercera. España le
apeó de jugar la final en Sudáfrica y también le ganó la final de la Euro 2008.
Después de cada caída no se ha descompuesto. Las heridas le han fortalecido,
sabiendo que la gloria estaba cerca y ya no volvería a escaparse.
Cuarta
Copa del Mundo de Alemania
Alemania se erige como una
dignísima sucesora de España. ‘La Roja’ ha perdido el trono, pero el triunfo
del toque sigue presente con Alemania. Mérito de Joachim Löw al apostar,
firmemente, por esta idea en un país sin esta tradición. Jugando de esta
manera, se ha impuesto a todos los obstáculos. Solventó sin problemas la fase
de grupos. Sufrió más de lo previsto ante Argelia. Mejoró ante Francia. Le
infligió una humillación histórica a Brasil. Y, por último, superó a una muy
buena Argentina. Götze, en la segunda parte de la prórroga, entró en el
santoral de los héroes. Su golazo vale su peso en oro. Concretamente, los 6 kg.
de la preciada copa, la cuarta Copa del Mundo de la ‘mannschaft’. Alemania
siempre Alemania.
Quién
perdona la paga
La final tuvo emoción de principio
a fin. Alemania no impuso su fútbol, en buena medida, por la excelente labor de
Argentina. Un equipo que, llama la atención por su imponente delantera, ha
destacado más por su enorme despliegue táctico y solvencia defensiva. Según ha
avanzado el Mundial, ha crecido hasta convertirse en la Selección más fiable defensivamente.
Desde octavos solo un gol encajado –en la final y en la prórroga– que le ha
privado de la gloria. La delgada línea roja…
De haber tenido más acierto
de cara a puerta, Argentina estaría celebrando el título. Higuaín, Messi y Palacio
desperdiciaron tres ocasiones clarísimas de mano a mano ante Neuer. Siempre se
preguntarán por qué erraron tres goles cantados. Messi jugó unos primeros 60
minutos de escándalo. Entonces se vio la mejor versión de Leo. Los defensas
alemanes sufrieron su velocidad, intensidad y desborde. En la segunda parte,
Sabella cambió del 4-4-2 al 4-3-1-2, ubicando a Messi por detrás de Agüero y ‘El
Pipita’. Desde ahí sorprendió en los primeros compases de la segunda mitad,
justo cuando tuvo su ocasión. A partir del minuto 60, Messi se fue apagando
hasta casi irse del partido. En la prórroga, exceptuando el último compás,
apareció poco. Tuvo el empate en dos ocasiones que no vieron puerta. La última
de ellas, un golpe franco en el último instante que se marchó desviado y, con
él, las opciones argentinas.
Argentina
contuvo a Alemania
Alemania tuvo la posesión, aunque
buena parte de sus ataques se toparon con un muro revestido de azul. Mascherano,
un partido más, ofreció otra exhibición en tareas de contención. Apoyado por
Biglia y Enzo Pérez, oxigenó a Garay y Demichelis para cerrar las vías de
entrada por dentro. Kroos, Özil y Müller no encontraron líneas de pase para
conectar con Klose. Las internadas por las bandas crearon más peligro. Howedes
fue creciendo según avanzaba el partido. Lahm, un espectáculo. Lo hizo todo
bien. Tapar su banda, dar apoyos, irse de su par, poner pases filtrados. El
jugador más completo de Alemania, el favorito de Löw. Otro de sus preferidos,
Khedira, se lesionó en el calentamiento. Le sustituyó Kramer, pero solo duró
media hora. Cayó también lesionado y Schürrle le reemplazó. El equilibrio que
la ‘mannschaft’ perdió con la entrada de Schürrle, lo ganó en verticalidad. El
del Chelsea dio velocidad y pegada. Estaba bien, pero no era suficiente.
Faltaba una pizca más de talento. La solución salió desde el banquillo.
Götze,
el héroe
Mario Götze entró en el
minuto 89, sin saber que iba a convertirse en héroe el día que todo futbolista
sueña con serlo. Empezó el Mundial como titular. Pero una serie de actuaciones
por debajo de su nivel le sacaron del once. Todo ha quedado ya olvidado con el
tanto más valioso de su vida. Un golazo: carrera de Schürrle por la banda
izquierda, centro al primer palo y Götze, sin dejarla caer, controla y bate a
Romero por el palo largo. La ejecución de Götze pone de manifiesto lo que es,
un talento descomunal. A sus 22 años ya es campeón del Mundo con un golazo
suyo.
Alemania alcanza los cuatro
entorchados, empatado con Italia, y se sitúa a uno de Brasil. Argentina se
queda con dos títulos. También entra en la historia como la primera selección
de Europa en ganar una Copa del Mundo en el continente americano. El fútbol
vuelve a hablar alemán.
Manuel Monfort Marzá
Editor - MotivaGoal
manuel.monfort@motivagoal.com
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