No era un partido sencillo para el Chelsea su estreno en esta nueva temporada de la Premier League. Tenía que ganar y convencer, y cumplió con ambas premisas. Empezar ganando siempre es positivo, pero también lo es que dos de las caras nuevas del equipo como lo son Diego Costa y Cesc Fàbregas ya sean determinantes en su primer encuentro. El Burnley no es el rival más fuerte del campeonato, de acuerdo, pero los blues mostraron suficientes argumentos como para considerarles desde ya uno de los máximos favoritos, sino el que más, para alzarse con el título.
Primeras conclusiones
Sobre el once de José Mourinho se pueden sacar varias conclusiones. El luso apostó por Thibaut Courtois como guardameta titular por delante de un Peter Cech al que seguramente veamos en las otras competiciones, incluida la Champions League. Es decir, habrá rotación seguro. También es destacable la titularidad de Cesar Azpilicueta. La llegada de Filipe Luis parecía que podía apartar de la titularidad al jugador navarro, pero hoy se ha demostrado que no ha sido así. Azpi fue uno de los mejores jugadores del Chelsea durante la temporada pasada y Mou le sigue considerando como un jugador fundamental en la defensa. Filipe Luis tendrá que trabajar duro para ganarse el puesto. Sobre Cesc Fàbregas no hay ninguna duda, será el organizador que tanto ha precisado la escuadra de Stamford Bridge volviendo a tener esa importancia que tenía en el Arsenal.
Primera parte decisiva
La victoria del Chelsea se fraguó durante los primeros 45 minutos pese a que el Burnley sorprendió adelantándose en el marcador en un desajuste defensivo de los blues que castigó Ardfield con un cañonazo des de dentro del área ante el que nada pudo hacer Courtois. Los clarets no tuvieron apenas tiempo para saborear su ventaja ya que el Chelsea le dio la vuelta al marcador en 10 minutos. Primero con el gol de Diego Costa, que se estrenaba en la Premier League aprovechando un rechace dentro del área y luego con una genialidad en forma de asistencia de Cesc Fàbregas, que la picó de primeras para que Schürrle definiera solo ante Heaton. Poco después llegaría el tercero en una de las mejores armas del cuadro londinense, el balón parado. Ivanovic fue el encargado de rematar al fondo de la red el saque de esquina botado por Hazard.
La importancia de Matic
A parte del gol inicial, el Burnley no pudo ni supo crear peligro a la meta del belga Courtois, pero en las pocas ocasiones en las que parecía que podía inquietar a la zaga visitante siempre aparecía Nemanja Matic. El serbio se adelantaba siempre a cualquier pase que pudiera contraer peligro para su equipo demostrando su concentración durante los 90 minutos. Todo esto permite que Fàbregas se libere para poder pisar área contraria ya que además también conduce muy bien el balón a la hora de hacer la transición ofensiva.
El regreso de Courtois y Drogba
Sin apenas demasiado trabajo, Courtois demostró todo lo que había demostrado ya en el Atlético de Madrid. El Burnley intentó colgar varias veces el balón des de la lateral, pero ahí aparecía el belga siempre atento y seguro para blocar el cuero. También dejó claro que es un portero de paradas importantes. Al inicio del segundo tiempo hizo un paradón para salvar el 2-3 que hubiera podido complicar el partido. Por su parte, el africano tan solo jugó 10 minutos tras haber sido duda por ese golpe que recibió en el tobillo durante el último amistoso y que en un principio parecía una lesión grave que le podría haber tenido 4 meses fuera de los terrenos de juego. No tuvo tiempo de hacer nada, pero ya solo verle de nuevo con la camiseta blue es la leche.