Hubo claro dominador en la guerra por el trono europeo. El Real
Madrid, ganador de la Champions League, ganó un merecido trofeo frente
al Sevilla, ganador de la Europa League. Los magos de las 10
copas se alzaron con la Supercopa de Europa gracias a
su superioridad -en hombres y nombres- en pegada y en juego.
La afición del Sevilla, pese al 2-0 en contra en el marcador, nos
hizo olvidar a todos que la final a analizar se jugaba en Cardiff. Nos dio la
sensación de estar sentados en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán al
escuchar a 'capella' el bello himno del conjunto Hispalense en
el transcurrir de una pelea en la que no todo fue de color de rosa,
incluso para el unánime Rey de Europa.
Carlo Ancelotti alineó un 11 camaleónico que juntaba a sus dos
flamantes incorporaciones, James Rodríguez y Toni Kroos. La
formación cambiaba de 4-3-3 a 4-4-2. Había una tercera formación
que desarrollaré más adelante. Así salieron en Cardiff: Iker Casillas bajo
palos. Laterales para unos fantásticos Coentrao y Carvajal. La
verdad es que toda la defensa blanca estuvo impecable y la
pareja de centrales, Pepe-Ramos, no fue menos. Fue un espectáculo ver crear juego a Toni Kroos pero estaba fuera de
su hábitat en el rol de medio de contención ejerciendo del sancionado Xabi
Alonso, y pasó factura. Le acompañaba como interior en el 4-3-3 y
como pivote en el 4-4-2, Luka Modric. El otro interior adjunto en
la alineación de tres centro campistas, James; que jugó -como pudo-
de extremo izquierdo en el 4-4-2. En 4-3-3 Bale, Benzema y
Cristiano, autor de los 2 goles del encuentro, formaban el
tridente atacante habitual y en 4-4-2, Bale y Karim mantenían
su posición y "el bicho" compartía delantera con el
galo.
Unai Emery traía un 11 de jugadores en un claro 4-2-3-1 con
carne renovada y un nuevo capitán. Beto en portería y
"culpable" de que el resultado se quedara solamente en 2-0 en contra.
Línea de 4 defensiva compuesta por Coke, Nico Pareja, el
capitán Fazio y el veterano Fernando Navarro, que
jugó debido a la inminente salida de Alberto Moreno al Liverpool. Doble
pivote defensivo con jugadores que bien podrían jugar de
centrales: Carriço y Krychowiak. En concreto, Krychowiak,
nuevo fichaje procedente del Stade Reims para sustituir a M'Bia dejó
muy buenas impresiones. A continuación línea de 3 cuartos con mucha
movilidad y alternancia de posiciones. Sobre el papel, un
incombustible Vitolo era extremo izquierdo; Denis
Suárez virtuoso por pulir, ocupaba la media punta, y el
talentoso Aleix Vidal, que maravilló en Almería, en la banda
derecha restante. De 9, el cafetero Carlos Bacca.
LAS CLAVES
La posesión
El Real Madrid tuvo la posesión del partido y no fue
solamente por las exhibiciones de Modric y Kroos. El Sevilla
también tuvo parte de la culpa ya que salieron al Cardiff Stadium con un doble
pivote defensivo con el que era muy difícil retener el balón,
pese a las buenas y contra pronóstico maneras de Krychowiak con
el cuero. Un pivote defensivo supone ser un equipo rocoso
sin balón, sin duda. Pero conlleva muchas dificultades para
las posesiones largas y la creación de juego. Por ello, quizás
debido a un posible complejo de inferioridad del Sevilla, el conjunto
hispalense cedió la posesión al Real Madrid, al cual al principio
le costó organizarse las ideas en ataque posicional. Tenían tiempo y balón pero
el equipo por delante del esférico estaba muy estático y
esta ausencia de movilidad les entorpeció la salida de balón.
Con problemas o no, con la plantilla que había sobre el césped, conseguirían
hacer circular la pelota con fluidez y dinamismo tarde o
temprano. Fue una bomba de relojería que encendió el Sevilla en su
contra.
Un tal Denis Suárez
|
Un muchacho de 20 años nacido en Pontevedra, originario de la
cantera del Celta de Vigo, desarrollado en las categorías
inferiores del Manchester City y actualmente propiedad del Barcelona. Se le ha encomendado la misión de hacer olvidar en Nervión a nada menos
que Ivan Rakitic. No son exactamente lo mismo. Denis no es
un creador de juego pero ha pasado con nota la prueba en el Real
Madrid-Sevilla de ejercer de ello. Con su corta edad, en esta final, tuvo en la
espalda el peso de crear juego retrasando su posición para ayudar al
doble pivote defensivo previamente mencionado. Él no nació para
comandar la sala de máquinas pero Emery quiere que este sea su "tres
cuartista" creador. Debe trabajarlo pues hoy se notó contra el Madrid que
era principiante en ese papel, cuando algunas jugadas no sabía terminarlas dando
ese último pase entre líneas. Es un diamante por pulir al que
hemos visto trabajar en la media punta creando, organizando y con mucha
libertad de movimiento contra el Real Madrid en una final, nada mal.
El partido de Kroos
Hueco que se genera con el mal repliegue blanco |
Un recital. Verle jugar en España es un sueño pero hay algo en su partido
que, por lo menos a mí, dejó mal sabor de boca. Para explicarme debo dividir su
partido en el Real Madrid con balón y sin balón. Empecemos
con el recital con balón. Kroos era el hombre más cercano a la línea de la defensa y el que más retrasaba su posición para
ayudar a sacar el balón jugado. Buscaba el pase Toni y
los cambios de sentido para oxigenar y buscar un hueco donde
poder romper las líneas de presión del Sevilla. Hasta el minuto 20 las ayudas
eran escasas y, como hemos dejado claro anteriormente, el Real Madrid estaba un
tanto estático. Minuto arriba, minuto abajo; James y Modric se
mostraron más participativos y la gran clave para que el juego merengue
arrancara: Toni Kroos dio un paso adelante. Él, en el Bayern de
Múnich, no jugaba tan retrasado, sino que ejercía de volante, y como tal está
acostumbrado a mover el balón más cerca del área. Como cabra que tira hacia el
monte Toni adelantó su posición, adelantando así la línea de la
defensa del Madrid, aproximándose a los jugadores atacantes y cerrando al
Sevilla. Ahora había más cercanía entre los jugadores del Madrid, que
buscaban combinaciones rápidas ante el más cerrado repliegue
sevillista. Si Kroos hubiese jugado más adelante sin tener que
responsabilizarse de tareas defensivas habríamos podido ver su faceta del pase
entre líneas. Delicatessen Kroos.
Llega la cruz de la moneda. Kroos con balón puede jugar donde quiera, pues su mayor virtud es la precisión del pase. El alemán es un artista en
el desplazamiento de balón en corto y en largo. Pero sin balón, ¿está
el alemán tan cómodo en cualquier demarcación? Tuvo la responsabilidad
de ser el medio de contención, el sustento, de uno de los ataques más
potentes y salvajes del panorama mundial sin ser un medio defensivo.
Mucho debe confiar Ancelotti en él. Hizo varios buenos robos de balón, pero
mientras pasaban los minutos más veces pensaba que el Real Madrid necesitaba a Xabi
Alonso. Toni, tras adelantar su posición, era lento en el repliegue cuando
el Sevilla robaba el balón. Había un gran hueco entre defensa y medio
campo cuando el Madrid replegaba que querían comerse Bacca,
Denis, Vitolo y Vidal. Si el Sevilla no aprovechó esa carencia fue
gracias a Pepe, en especial, y Ramos. Veloces y
excelentes al corte.
EL 4-3-3, EL 4-4-2 Y 'EL ÁRBOL DE NAVIDAD'
4-4-2 (izquierda) y 'árbol de Navidad', 4-4-2 en rombo (derecha). |
Las variantes en el sistema del Real Madrid fueron las siguientes: 4-3-3,
es decir, el XI inicial blanco; el 4-4-2, sistema
que se producía con James escorándose a la banda izquierda y Cristiano
trazando la diagonal hacia el área; y por último, el Árbol de
Navidad, formación 4-4-2 en rombo típica en la carrera de Ancelotti.
En la final contra el Sevilla, hubo dos jugadores muy perjudicados con los
sistemas 4-4-2 con o sin rombo, aunque el 4-4-2 en rombo se utilizara muy poco
durante el partido. Esos jugadores son James Rodríguez y Karim Benzema.
Al contrario que Kroos, James si necesita demarcaciones concretas. El
"10" necesita estar cerca del área y participar en el juego para
poder meter él último pase. Al menos, en el 4-4-2 sin rombo juega en banda y
tiene la oportunidad de disfrutar tirando desmarques pero este no es un jugador
que escorar al carril del "7". Mientras, en el 4-3-3 y en el
4-4-2 en rombo juega como interior, posición en la
que si participa en el juego, pero nunca alcanzaría James el clímax tan alejado
del área. Similar a Isco en ese aspecto. Medio
campistas ofensivos por naturaleza que deben acaparar la media punta
pero finalmente se ven relegados a la banda o al medio campo. Benzema,
una vez más, actuó de todo menos de 9. Para nada es un comentario
despectivo. Trabajó el gato cambiándose de posición con Bale, en ocasiones,
dejándose caer a la banda para abrir la defensa del Sevilla o funcionar como
media punta en el breve 4-4-2 en rombo.
Vemos que el Sevilla se enfrentó y plantó cara a algo más que una
alineación con nombres. Muy buen papel de los andaluces en esta final en la
que, repito, el 2-0 se quedó corto. Quizás Beto, quizás mala
fortuna o quizás demasiada complejidad en un Real Madrid que debe dar un premio
al que consiga encajar su engranajes. Para entonces, no sé si habrá alguien
capaz de mirarles directamente a los ojos.
Redactora de Fútbol Internacional
Twitter: @missfooty
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