19 feb 2014 ~ MotivaGoal - Pasión por el deporte

Esta noche se disputa en el Emirates Stadium (20:45) otro de los grandes duelos de estos octavos de final entre Arsenal y Bayern de München. Los alemanes son claros favoritos ya no solo por ser los actuales campeones, sino por la manera en que están arrasando en la Bundesliga donde no tienen rival. Los gunners deben aprovechar que juegan en casa para intentar que no se repita lo de la temporada pasada y sacar un resultado positivo que les de opciones en el Allianz Arena.

El gran hándicap para el Arsenal es el tema de las lesiones, algo que ha ido arrastrando durante toda la temporada en la Premier League. Los problemas físicos en algunos de sus jugadores más importantes han sido una constante desde el inicio del curso, pero aún con ello, siguen en la lucha por el título junto a ManCity y Chelsea. Ese es seguramente el mayor mérito del equipo de Arsène Wenger. Pero para hoy todo esto es distinto. En una eliminatoria de Champions y frente a un rival de la talla del Bayern, lo ideal sería contar con toda la plantilla al completo, pero por desgracia eso no va a ser posible. Vermaelen, Diaby, Källström, Ramsey y Walcott por lesión y Arteta por sanción son las bajas que tiene el francés para esta noche. Las más destacadas son la de los últimos tres. Las ausencias de Aaron y de Míkel obligarán a Wenger a jugar con un doble pivote formado por Wilshare y Flamini, que tampoco es que estén al 100%. El ex del Milan puede ser clave si logra darle estabilidad defensiva al centro del campo, algo que logró durante los primeros encuentros de la temporada. Además, su madera de líder deberá suplir la baja de Theo Walcott, jugador que más allá de sus habilidades, es un autentico líder. Uno de los que podría sustituir al pequeño jugador inglés es Oxlade-Chamberlain, que viene de hacer un gran partido frente al Liverpool en la FA Cup. Sin embargo, su gran actuación podría no tener premio. Y es que Wenger siempre ha apostado por Rosicky en los partidos gordos. El checo es un jugador que aporta mucho trabajo y sacrificio y que además también aporta ese plus de liderazgo que le falta en ocasiones al equipo. Al que se espera que aparezca de una vez por todas es a Özil, desaparecido en los partidos más importantes. Hoy debe ser su gran día al igual que lo debería ser para Giroud, que ha tenido un bajón importante por temas extradeportivas.

Con menos problemas y con mucha más estabilidad aterriza en Londres el Bayern de Pep Guardiola, que viene de golear en la Bundesliga al Friburgo por 4-0. La renta de 16 pts. que le saca al segundo (Bayer Leverkusen) son una buena muestra de la superioridad tan aplastante que tiene el Bayern respecto a todos los demás equipos de la competición. Por si fuera poco, el de Santpedor ha dotado a su equipo de una solidez defensiva tan brutal que solo han recibido 9 goles en los 21 partidos que se han disputado en el torneo alemán. En dicha cantidad de partidos, los muniqueses han anotado 57 goles, siendo el máximo realizador de la competición. Y todo esto a partir del fútbol de posesión que ya imprimió en el FC Barcelona. Sus números en la fase de grupos también asustan. 5 victorias y una 1 derrota (frente al City y sin jugarse nada) con 17 goles a favor y 5 en contra. Bestial. Todo esto hace que el Bayern sea el favorito para pasar de eliminatoria aun sin poder contar con Badstuber, Shaquiri y Ribery. La baja del francés podría desplazar a Müller hacia la derecha para dar entrada en el centro del campo a Toni Kroos, que completaría el trivote junto a Lahm y Thiago. Con estos tres, Guardiola pretende deshacer el centro del campo del Arsenal y frenar su juego interior. Robben será un puñal por la banda izquierda y podría ser el gran arma visitante si Cazorla no baja ayudar a Sagna. Arriba reside la duda de si Guardiola optará por jugar con un delantero puro como Mandzukic o si bien preferirá jugar con un falso ‘9’, Mario Götze.

En la pasada edición de la Champions League ya tuvimos un Arsenal-Bayern München en los octavos de final. La eliminatoria se decidió a favor de los teutones gracias a su victoria por 1-3 en el escenario donde hoy se disputa el partido de ida, el Emirates. Este resultado invalidó el 0-2 con el que el Arsenal se impuso en el Allianz. Un gol le faltó a los gunners para eliminar al que posteriormente sería el campeón.

Marc Pérez

Twitter: @penaltiarriba

Especialista en Fútbol Inglés de MotivaGoal

Blog personal: http://penaltiarriba.blogspot.com.es/

El Getafe vive al borde del abismo. No gana desde el pasado 17 de diciembre, cuando goleó al Girona en Copa. Desde entonces, atraviesa un profundo bache que le deja como el peor equipo de 2014. Arrastra el lastre de 9 partidos sin ganar (7 derrotas y 2 empates) igualando su peor registro histórico en una temporada en Primera. En la campaña 2010/11, del 13 de febrero al 11 de abril, también estuvo 9 partidos seguidos sin conocer el triunfo. De no romper su negativa tendencia esta jornada en Balaídos, el cuadro azulón escribirá su peor racha de jornadas seguidas sin firmar el triunfo en 10 cursos en Primera.

A principios de temporada, parecía que las tornas iban a ser diametralmente opuestas. De hecho, llegó a ocupar puestos europeos. El globo se fue deshinchando y el Getafe no encontró la deseada reacción para convivir con una situación tranquila. Más bien ha entrado en una caída libre que le ha dejado decimosexto, a 4 puntos del descenso. La situación no es peor porque los tres de abajo no dan más de sí.

La grada pide a gritos la destitución de Luis García. El madrileño está viviendo sus momentos más complicados en su tercera temporada como técnico azulón. En las dos anteriores, dejó al equipo en la zona media; en esta no da con la tecla para enderezar el rumbo. Después de caer por 0-3 ante el Real Madrid en la última jornada, el técnico justificó así la mala situación del equipo: “El aspecto mental hace muchísimo. Los jugadores quieren poner todo de su parte. La cabeza, cuando va jodida, va jodida”. Cuando el problema alcanza estos lares, se hace muy difícil la reacción. El crédito de Luis García es cada vez menor y el fantasma de la destitución planea sobre el Coliseum. Reacción inmediata o cambio.

El Getafe con Luis García, en ocasiones, práctica un juego demasiado especulativo. Teniendo en cuenta que sus mejores jugadores están en tres cuartos de cancha, un estilo más ofensivo podría ofrecer mejores resultados. En la mencionada línea ofensiva, el equipo cuenta con notables recursos. En la derecha, Pedro León tiene un guante en su pie derecho. El murciano es un especialista a balón parado, así como en servir goles con centros medidos al área. En la otra banda, Diego Castro y Gavilán ofrecen dos características distintas. El último ofrece unas variantes idénticas a las de Pedro León. El ex del Sporting aporta verticalidad y llegada. Diego Castro también puede jugar en la mediapunta, hábitat en el que se desenvuelve Sarabia, exhibiendo dosis de creatividad y visión de juego. Lafita es el último exponente de jugadores de esta demarcación. El maño tiene en la polivalencia una de sus virtudes, pudiendo actuar en las bandas, de mediapunta o falso nueve. Garantiza velocidad y desborde.

El mayor problema del Getafe, que viene ya desde hace temporadas, es la falta de un 9 que asegure más de 10 goles por temporada. Desde Soldado, los que han defendido la casaca azulona no han conseguido borrar la huella del hoy futbolista del Tottenham. Ni Miku, ni Álvaro Vázquez, ni Colunga, ni Ciprian Marica han superado este hándicap. Tal vez sea más problema de propuesta futbolística que de los delanteros en sí. De los arietes actuales, Ciprian Marica cuenta con cartel internacional y Colunga da la sensación de que puede mejorar sus prestacones. Con un estilo más ofensivo se incrementarían las opciones en ataque y, presumiblemente, también el número de tantos de los delanteros.

De todos modos, Luis García tiene una hoja de ruta establecida y no va a cambiarla. Tal vez lo mejor sea un cambio de cromos en el banquillo. El Getafe necesita un revulsivo, un técnico que recupere la autoestima del grupo y, de paso, que ponga en liza una idea de juego más osada y vistosa.