Luís
Enrique ya está trabajando en la disciplina culé tratando de planificar la
temporada que viene. Una temporada que se espera como revolucionaria, ya que
habrá muchos cambios. Gente que se irá y gente que vendrá para tratar entre
todos de formar un equipo más competitivo. El Barça necesita recuperar su
estilo, su juego dentro del campo, y lo más importante, su imagen. El extécnico
del Celta llega después de dejar buena sintonía en Vigo y ahora tratará de
hacer lo mismo en Barcelona. Necesita recuperar a los pesos pesados del
vestuario y tenerlos a su mejor nivel, por lo que después del Mundial y unas
pequeñas vacaciones, se pondrán el mono de trabajo para iniciar con buen pie
una temporada que se espera como prometedora.
Recuperar la seña de
identidad. Lo
primero y el reto más importante que tendrá el nuevo Barça es el de recuperar
la seña de identidad dentro del campo. Luís Enrique es un hombre de la casa y
conoce a la perfección la metodología de entrenamiento y juego que les puede
conducir al éxito. Sabe qué es lo que se quiere de él y qué es lo que se le
espera. Ya dirigió al filial durante la era Pep y no le fue nada mal. Ahora se
le augura un reto mayúsculo, es el nuevo capitán de una nave que se tambaleó
más de lo esperado en el último vuelo. Tata no dejó buen sabor y el cambio era obligado
para recuperar el rumbo.
Recuperar a los pesos
pesados. La
segunda misión de Luís Enrique será recuperar la mejor versión de sus hombres
insignia. Sin Valdés ni Puyol, la figura de los Xavi, Iniesta, Busquets y
compañía tendrá que emerger y liderar junto a Messi la continuación del
proyecto que se mermó en el pasado curso. Veremos como vuelven tras el Mundial,
pero está claro que éstas son las figuras más importantes del vestuario que
tendrá que gestionar el técnico asturiano para que afloren y vuelvan a rendir a
su mejor nivel. La tarea más complicada será el aspecto motivador y físico. Por
un lado, son jugadores que juegan más de 50 partidos por temporada sin contar
selecciones y la puesta a punto es fundamental para no decaer físicamente.
Después, el apartado motivador será crucial. Estos hombres lo han conseguido
todo y necesitan tener hambre de más. Veremos si es capaz de transmitírselo o
no.
Habrá muchos cambios.
Después
de la estrepitosa temporada, habrá una renovación profunda de vestuario. Las
marchas ya sabidas de Valdés y Puyol serán muy difíciles de suplir. Han sido
dos personas que han representado al Barcelona de una forma impecable. Ter
Stegen será el portero titular de la próxima campaña y en la zaga todo apunta a
que Mathieu, jugador del Valencia, será el siguiente fichaje de Luís Enrique.
En la zaga el Barça suma 3 temporadas sin una idea clara, con centrales
improvisados y sin nada fijo, y es año de que la tendencia cambie si la
intención es conseguir cosas importantes.
Se
duda sobre la continuidad de Pedro, Alexis, Tello, Cuenca, Cesc, Song, Alves,
Mascherano, muchos nombres pero nada firme. No hay nada claro y seguro que se
esperará a después del Mundial. Dos Santos y Afellay no cuentan para el nuevo
técnico y se les busca comprador.
Los
que interesan en la secretaría técnica son nombres interesantes como Agüero, Marquinhos,
Laporte, Miranda, Benatia, Arturo Vidal, Pogba… Está claro que irá llegando
gente a medida que vayan saliendo. Por ahora toca esperar y ver como se va
desarrollando todo, pero lo que es seguro es que habrá revolución.
La vuelta de Rafinha
y Deulofeu. Los
dos jóvenes canteranos están de vuelta. Por un lado, el brasileño regresa a su
casa tras una brillante temporada en el Celta de Vigo. El pequeño de los Alcántara
tiene argumentos futbolísticos más que suficientes para ser un superclase. Luís
Enrique lo ha visto y así se lo ha hecho saber contando con él para la próxima
temporada. Por su parte, las grandes actuaciones de Gerard Deulofeu en Goodison
Park han hecho que el Barcelona lo vuelva a repescar. Vuelve un niño ya más
hombre, que tiene madera de crack, y solo el tiempo nos dirá si triunfará en la
que siempre ha sido su casa.
Trabajo duro y
disciplina. Los
jugadores del Barcelona ya conocen lo que es el éxito y solo hay una forma que
les puede volver a conducir a ello, y es con disciplina y trabajo. Luís Enrique
es un técnico muy metódico y que le gusta tener todo bajo control, le gusta que
sus hombres luchen, corran, y sobre todo, que sean comprometidos en el
esfuerzo.
En
Vigo dejó huella con su forma de trabajo y obtuvo muy buenos resultados.
Veremos en el feudo culé como se desenvuelve. Es otro clima, otra ciudad, otro
equipo y sobre todo otros objetivos. Se le exigirá resultados en las tres
competiciones por lo que necesita el compromiso de todos los jugadores y cuerpo
técnico. Deben remar todos en una dirección para cambiar la imagen mostraba en
esta última temporada y conseguir las metas propuestas. A la vuelta del
Mundial, se pondrá manos a la obra con los jugadores y entre todos tratarán de
recomponerse tras una temporada nefasta en el aspecto futbolístico e
institucional.
Jonathan Giráldez Costas
Redactor de MotivaGoal del F.C. Barcelona
Redactor de MotivaGoal del F.C. Barcelona
jony_g10@hotmail.com
Twitter: @jony_g10