Dos tantos de Sneijder y
Huntelaar en los minutos 88 y 94 hicieron inútil el de Giovani Dos Santos.
Holanda remontó en la recta final a un México que tenía medio billete para
cuartos en el bolsillo.
El tanto de Gio supuso un
antes y un después. Hasta el golazo del
jugador del Villarreal, México controló la situación. Tácticamente bien
colocado, controlando a Robben y Van Persie y moviendo bien el cuero en ataque.
Giovani abrió la lata al inicio de la segunda parte. Antes de llegar al
descanso, el cuadro de Herrera tuvo más y mejores ocasiones. Hasta antes del
1-0 solo hubo un equipo, México.
Van
Gaal se equivocó. Apostó el 5-3-2, cedió el balón y apostó por la contra.
Esta estrategia le funcionó ante selecciones que dejan espacios. Pero no ante
una México con tres centrales que, además, repliega bien. Robben no tenía campo
por delante y Van Persie estaba bien vigilado por Márquez y Moreno. Aunque el
árbitro no pitó un claro penalti sobre Robben al borde del descanso, Holanda
estaba completamente atascada al no tener espacio suficiente para hacer daño al
contragolpe.
El
gol de México hizo rectificar a Van Gaal. Volvió a la defensa de
cuatro y puso a toda la artillería. A
partir de ahí, Holanda fue la Holanda que todos conocemos: ataque constante,
monopolización del balón y movilidad. Liderada por un impresionante Robben, Holanda creció según avanzaba el crono. Solo las paradas de Ochoa (con la colaboración de la madera) evitaron que la 'oranje' se
metiera antes en el partido. La insistencia tuvo su recompensa. El derechazo de
Sneijder y el riguroso penalti cometido sobre Robben que Huntelaar transformó.
Este partido debe servirle
de ejemplo a Van Gaal. La contra se ajusta ante rivales que ataquen y dejen
espacios. Pero ante selecciones que repliegan bien o se cierran, esta
estrategia es un desperdicio. Ante México le salvaron las circunstancias: el
gol de México y el cambio de planes impulsado por la obligada reacción. Le
salió bien esta vez, aunque estuvo cerca de salir carísimo. En cuartos, teniendo
en cuenta las características de Grecia o Costa Rica, Van Gaal debe abogar por
un plan ofensivo. Volver al tradicional 4-3-3 de la escuela holandesa, haciendo
gala del control y de la rapidez en la circulación.
México ha sufrido un final
demasiado mezquino para lo que ha hecho en este Mundial. Empató ante Brasil. Ganó
ante Camerún y Croacia. Ante Holanda mereció, como mínimo, ir a la prórroga.
Pero así es el fútbol. De todos modos, México
ha salido fortalecido de este Mundial y eso que llegó con demasiadas dudas.
Con ‘el piojo’ Herrera en el banquillo, México ha mejorado notablemente. Se ha
mostrado con un conjunto compacto bajo el 5-3-2 y que, además, trata bien el
balón. Ochoa ha realizado unas paradas excepcionales. Layún se ha mostrado como
un carrilero interesante. También buenas actuaciones de Héctor Herrera, Héctor
Moreno y Giovani. El adiós de Márquez y la irrupción de los nuevos talentos (Layún,
Diego Reyes, Marco Fabián, Héctor Herrera, Peña, Oribe Peralta) marcan un prometedor futuro para México.
Manuel Monfort Marzá
Editor - MotivaGoal
manuel.monfort@motivagoal.com
manuel.monfort@motivagoal.com
Twitter: @manuelmonfort
Blog personal: http://tocando-laspelotas.blogspot.com.es/