El Villarreal logra su quinta victoria consecutiva en Liga y se coloca líder en solitario de Primera por primera vez en su historia. Leo Baptistao, cedido al Villarreal por el Atlético, se la lió a los rojiblancos y firmó el tanto que le dio la primera plaza al 'submarino'. Fue un triunfo muy trabajado de un Villarreal ante un Atlético que, yendo por detrás en el marcador, le faltó profundidad para transformar su mayor posesión. El Atleti dominó la segunda parte, pero se estrelló ante una sólida defensa y un portero acertado. El Atlético, que no pudo sobrepasar al Real Madrid, llegará al derby 2 puntos por detrás de los de Rafa Benítez.
1- Villarreal CF
(4-4-2): Areola;
Mario, Eric Bailly, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan Dos Santos (Denis
Suárez´67), Trigueros (Pina´75), Bruno, Castillejo; Baptistao (Nahuel´46),
Soldado.
0- Club Atlético de Madrid (4-4-2): Oblak; Jesús Gámez,
Giménez, Godín, Filipe Luis; Óliver Torres (Correa´66), Gabi (Vietto´46),
Tiago, Saúl; Griezmann, Jackson Martínez (Fernando Torres´46).
Goles: 1-0 Baptistao min.14.
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Enseñó la
tarjeta amarilla a Griezmann (40´), Soldado (51´), Tiago (71´) y Jaume Costa
(84´),.
Datos: Encuentro de la jornada 6 de la Liga BBVA 2015/16
disputado en El Madrigal ante 21.000 espectadores.
El Atlético salió ejerciendo una presión alta en primera
línea, lo que dificultó la salida limpia del Villarreal. Una vez el ‘submarino’
rompió la presión, encontró su fútbol. A partir de ahí, fue superior al Atleti,
realizando una primera parte muy completa. Trigueros y Bruno, respaldados por
Castillejo y Jonathan, se hicieron con la manija y conectaron con Soldado y
Baptistao. Godín y Giménez achicaron agua, pero no dieron abasto ante la clarividencia del Villarreal. Esta creatividad fue la que originó el primer
gol. Trigueros pasó entre líneas y una pared entre Baptistao y Soldado terminó con el tanto del hispano-brasileño. El brasileño la controló, superando a Giménez, y no perdonó en el mano a mano ante Oblak. Mientras uno se regodeaban de que no estuviera presente la
cláusula del ‘cagonazo’, los otros se estaban arrepintiendo. Pero ya era tarde.
Baptistao se la lió al Atlético.
El Villarreal no solo fue buen fútbol. Fue trabajo, trabajo y trabajo. Cuando el Atlético adelantó líneas y apretó más
buscando el empate, le frenó con un loable trabajo defensivo. Cuando le tocó
atacar, volvió a crear peligro. Soldado se encontró con Oblak y un cabezazo de
Castillejo no vio puerta por centímetros. El Atlético, por su parte, empezó
bien y, pese al mazazo del gol, no le perdió la cara al partido. No hubo
respiro. No con Simeone al mando. Con más garra que fútbol e insistencia que profundidad tuvo varias ocasiones. La más clara, una de Griezmann que salvó
Areola en el último suspiro de la primera parte. El resto, varios disparos
lejanos de Saúl y Jackson que no supusieron problemas para un acertado Areola. Pese al buen
trabajo de Oliver y Griezmann, no bastó para romper el Villarreal.
En la segunda parte, el Atlético llevó claramente la iniciativa. Impulsado por la desventaja, estiró las líneas y colgó balones buscando a los delanteros. El cuadro rojiblanco jugó la segunda parte con cuatro puntas: Griezmann, Torres, Vietto y Correa. Y eso que sacó a Jackson al descanso, si no hubieran sido cinco. Pero no por ello, el Atlético marcó más goles. Tan siquiera creó más peligro. El fútbol se cocina en el centro del campo. Y ahí no funcionó el conjunto del Cholo. Solo Oliver creó, pero no bastó para desarbolar a un Villarreal con una organización loable. El 'submarino', pese a no tener el balón, controló la situación. Tan solo cedió una ocasión clara en la segunda mitad. Y llegó cerca del final por medio de Correa. Areola (gran actuación) no dejó escapar el liderato. El Atlético también acuso que Griezmann jugara en la izquierda, lejos del área; al tiempo que Torres y Vietto, que volvió a El Madrigal sin pena ni gloria, no aparecieron.
El Atlético no tuvo su noche. Cierto. Pero ello se debió, en buena medida, al excelente trabajo del Villarreal. En la segunda parte, el 'submarino' mostró un nivel defensivo altísimo en cuanto colocación, anticipación y organización. El mérito no correspondió solo a la defensa, sino a todo el equipo que se zafó de principio a fin. En ataque, por el contrario, en los segundos 45 minutos hubo pocas noticias. La retirada de Baptistao al descanso por unas molestias restó velocidad a la hora de atacar, lo que propició que la prioridad fuera mantener la renta con tal de ocupar la cabeza.
Con el pitido final, la alegría se desbordó. El liderato provisional se convirtió, unas horas después, en un histórico primer puesto tras empatar el Celta en Eibar. La rubrica perfecta a un impecable inicio de Liga.
Manuel Monfort Marzá
Redactor - MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort
En la segunda parte, el Atlético llevó claramente la iniciativa. Impulsado por la desventaja, estiró las líneas y colgó balones buscando a los delanteros. El cuadro rojiblanco jugó la segunda parte con cuatro puntas: Griezmann, Torres, Vietto y Correa. Y eso que sacó a Jackson al descanso, si no hubieran sido cinco. Pero no por ello, el Atlético marcó más goles. Tan siquiera creó más peligro. El fútbol se cocina en el centro del campo. Y ahí no funcionó el conjunto del Cholo. Solo Oliver creó, pero no bastó para desarbolar a un Villarreal con una organización loable. El 'submarino', pese a no tener el balón, controló la situación. Tan solo cedió una ocasión clara en la segunda mitad. Y llegó cerca del final por medio de Correa. Areola (gran actuación) no dejó escapar el liderato. El Atlético también acuso que Griezmann jugara en la izquierda, lejos del área; al tiempo que Torres y Vietto, que volvió a El Madrigal sin pena ni gloria, no aparecieron.
El Atlético no tuvo su noche. Cierto. Pero ello se debió, en buena medida, al excelente trabajo del Villarreal. En la segunda parte, el 'submarino' mostró un nivel defensivo altísimo en cuanto colocación, anticipación y organización. El mérito no correspondió solo a la defensa, sino a todo el equipo que se zafó de principio a fin. En ataque, por el contrario, en los segundos 45 minutos hubo pocas noticias. La retirada de Baptistao al descanso por unas molestias restó velocidad a la hora de atacar, lo que propició que la prioridad fuera mantener la renta con tal de ocupar la cabeza.
Con el pitido final, la alegría se desbordó. El liderato provisional se convirtió, unas horas después, en un histórico primer puesto tras empatar el Celta en Eibar. La rubrica perfecta a un impecable inicio de Liga.
Manuel Monfort Marzá
Redactor - MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort