Una
acción tonta de Sergio Ramos permite desnivelar el encuentro. Giménez
sentenció el partido tras un remate de cabeza a balón parado. El
Atlético tiene el pase a cuartos de la Copa del Rey muy cerca.
Antes de empezar el encuentro, algunos aficionados rojiblancos pensaban que con
la entrada de hasta siete jugadores no habituales en el once inicial,
Simeone centraba sus fuerzas en la Liga y en la Champions League,
dejando en un segundo plano la Copa del Rey. Pero eso es por que no
conocen a Simeone, el Cholo no dudaba, el va a por todo y no le gusta
perder ni a las chapas. Por su parte Ancelotti, también dejaba a
Cristiano Ronaldo en el banquillo.
De
los no habituales en el once, especialmente destacó Gámez muy seguro en
defensa y no dejando pasar a nadie por su banda. Lucas Hernández, el
chaval en el que el Cholo confía ciegamente, también cuajó un buen
partido impidiendo las opciones de que Bale y posteriormente Jesé
pudiesen crear peligro. El portero Oblak, empezó a mostrar las
cualidades del porque lo habían fichado por tanto dinero este verano
pasado. Otro jugador ya más habitual en el once y que ya no sorprende
su buen rendimiento es Giménez, un jovenzuelo con alma de jugador
veterano. Por último, hay que hablar de la gran novedad en el once, el
esperado regreso de Fernando Torres. A este se le vieron detalles de
lo que puede aportar, pero también se le notó que debe de mejorar su
forma física y adaptarse al esquema táctico del Cholo. Nada que no se
pueda solucionar.
El
partido empezó con un remate de Sergio Ramos en el minuto 1, que hizo
recordar pesadillas aun recientes a los aficionados rojiblancos, las que
rememoraban en ellos, imágenes mentales funestas de la pasada final de
la Champions League. Pero en esta ocasión Oblak realizo una gran
intervención.
Tras un dominio aparente de juego del Real Madrid, en los quince
primeros minutos del encuentro, la estrategia de Simeone volvió a
funcionar ante el conjunto blanco. Los pupilos del Cholo esperaron
atrás, dieron la pelota al Madrid, que tocaba y tocaba pero sin
profundidad ni verticalidad. Los jugadores del Atleti esperaron
agazapados su momento impidiendo los contragolpes del Real Madrid y
intentando crear peligro con la velocidad del “Niño ¨ y Griezmann
arriba. Al final llegó el momento de los rojiblancos y este vino tras un
saque de banda sin peligro alguno, en el que Raúl García fue derribado
claramente por Sergio Ramos.
Tras
el gol, el Real Madrid no dio síntomas de mejoría. Los jugadores del
Madrid parecían cansados, sin chispa y eran incapaces de llegar apenas a
la portería rival. La entrada de Cristiano Ronaldo en la 2ª parte no
solucionó el problema. Realizaron 10 remates en todo el partido, con
solo 3 de ellos entre los tres palos de Oblak.
También
hay que mencionar, que el conjunto blanco debió acabar el partido con
dos jugadores menos. Sergio Ramos al tocar el balón con el brazo debió
haber recibido la segunda amarilla. La otra acción polémica fue la
entrada brutal de Arbeloa a Gabi, que según el árbitro Clos Gómez no era
ni falta, cuando mereció ser roja directa.
El
Atlético de Madrid volvió a explotar sus recursos, cuando en un córner
mal defendido por el Real Madrid, Giménez sentenció el encuentro con un
remate de cabeza que puso al Atleti el pase a cuartos de la Copa del Rey
a un paso, pero en la que tendrán que jugar con la misma intensidad de
siempre, porque el Real Madrid es un rival terrible, capaz de cambiar
la cara al encuentro en 2 minutos.
Manuel Granda Vidal
Redactor del Atlético de Madrid
manuelgrandavidal@gmail.com
Twitter: @manu_2013_