Un serio Alavés firmó la primera derrota del Villarreal
en El Madrigal en LaLiga. Los goles en el inicio de Ibai Gómez y Camarasa fueron suficiente para llevarse los tres puntos. El submarino intentó sin éxito la remontada. El 0-2 resultó una losa demasiado pesada. Al Villarreal le faltó principalmente la solidez defensiva de la que suele hacer gala; en ataque, pese a crear ocasiones, estuvo negado de cara a puerta. El cuadro amarillo cae a la quinta plaza, a expensas de lo que hagan sus rivales. El Alavés, decimotercero, se aleja de los puestos de descenso, los cuales tiene a 7 puntos.
0- Villarreal CF (4-4-2): Asenjo; Mario,
Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Castillejo (Jonathan Dos Santos´ 79),
Trigueros, Bruno, Soriano (Cheryshev´46); Pato, Sansone (Bakambu´68).
2- Deportivo Alavés (4-4-1-1): Pacheco; Kiko Femenía
(Vigaray´84), Pantic, Feddal, Theo; Daniel Torres, Marcos Llorente, Camarasa;
Edgar (Espinoza´72), Deyverson, Ibai Gómez (Raúl García 62´).
Goles: 0-1 Ibai Gómez min.7, 0-2 Camarasa min.17.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité navarro). Enseñó la tarjeta
amarilla a Jaume Costa (11´), Bruno (22´), Daniel Torres (55´), Feddal (56´) y Pantic (66´)
Datos: Encuentro de la 13ª jornada de LaLiga
Santander 2016/17 disputado en El Madrigal ante 18.000 espectadores. .
El Alavés lo resolvió por la vía rápida y luego aguantó el empuje del Villarreal. Primero aprovechó
su primera ocasión clara para adelantarse. Ibai, en el vértice izquierdo del
área pequeña, cazó un rechace tras un cabezazo de Deyverson al palo. El ex del
Athletic la cruzó de tiro potente. Diez minutos después, un error de Musacchio
costó el segundo. En el intento de cederla atrás de cabeza hacia el portero,
Musacchio se la dejó en bandeja a Camarasa, que aprovechó el regalo. Aparte de los dos goles, el Alavés
dispuso de más ocasiones. La más clara, un remate al palo de Theo en una jugada
ensayada. Los tres de arriba del Alavés, Edgar, Deyverson e Ibai, fueron una
pesadilla para una frágil defensa amarilla, superada en la primera parte.
Al Villarreal le condenó principalmente la fragilidad que
mostró atrás. Los errores defensivos (como en el segundo gol) y la falta de
solvencia, cualidad que este equipo había hecho suya hoy no se manifestó.
De mitad de campo hacia delante, el Villarreal mostró mejores síntomas. Le
dificultó un Alavés bien plantado y compacto, con un Llorente en plan mariscal.
Y pese al buen trabajo vitoriano, la calidad del Villarreal permitió encontrar
ocasiones claras como para reducir la distancia. Pacheco, que mostró su gran momento, desbarató las opciones de Castillejo y Mario. Musacchio también tuvo
el gol. Cazó un corner en el área chica, pero se le fue cerca del larguero. No
pudo redimirse del error del segundo tanto.
Tras el descanso, Fran Escribá movió ficha. Dejó en la
caseta a Soriano y metió a Cheryshev buscando más mordiente en la izquierda. La segunda parte, el Alavés renunció al
ataque a cambio de defender la renta. Pero sin renunciar al contraataque. En una contra mortífera nada más empezar la segunda parte pudo sentenciar. En un tres para tres, Ibai Gómez equivocó la finalización. Del 45 al 60 fueron los mejores minutos del Villarreal. El submarino aumentó la intensidad, poniendo en liza un fútbol vertical que puso en problemas al Alavés. El gol, ese que hubiera metido al Villarreal en el partido, no llegó porque Pachecó lo evitó. Sacó una gran mano en una falta botada por Castillejo,
mostrándose igualmente de acertado en el rechace ante Cheryshev. El Villarreal
en ataque llegó incluso más que otros días en los que ganó.
Solo que esta vez estuvo negado.
Con el paso de los minutos, el Villarreal se deshinchó. Lo intentó hasta el final, pero sin esa convicción necesaria que produce el desanimo por la falta de gol. Mérito del Alaves, por su buen nivel defensivo. Empezó con defensa de cuatro y, en el ecuador del segundo tiempo, acumuló cinco atrás. Pellegrino realizó este cambio táctico cuando peor lo estaba pasando el Alavés y acertó. A partir de ahí el combinado vasco respiró, obligando al Villarreal a insistir desde lejos ante la dificultad de pisar el área. En la recta final, Espinoza rozó el gol. Asenjo evitó que el jugador del cedido por el Villarreal al Alavés mojara. También Mario tuvo una opción pero, quien si no, Pacheco, la desbarató. No fue el día del Villarreal y sí del Alavés.
Mérito del Alavés por su buen nivel defensivo. Empezó con defensa de cuatro y, en el ecuador del segundo tiempo, acumuló cinco atrás. Líneas retrasadas y juntas, obligando al Villarreal a insistir de lejos ante la dificultad de pisar el área. El Villarreal lo intentó hasta el final sin éxito. El Alavés, a partir de ese cambio táctico de la defensa de cinco, jugó cómodo. Espinoza pudo hacer más sangre, pero Asenjo evitó que el jugador cedido por el Villarreal le mojara la oreja a los suyos. El combinado vasco demostró por qué ganó en el Camp Nou y empató en el Calderón. Le van las canchas difíciles. El Villarreal certificó que no está en un buen momento: tres derrotas en los cuatro últimos choques.
Manuel Monfort MarzáCon el paso de los minutos, el Villarreal se deshinchó. Lo intentó hasta el final, pero sin esa convicción necesaria que produce el desanimo por la falta de gol. Mérito del Alaves, por su buen nivel defensivo. Empezó con defensa de cuatro y, en el ecuador del segundo tiempo, acumuló cinco atrás. Pellegrino realizó este cambio táctico cuando peor lo estaba pasando el Alavés y acertó. A partir de ahí el combinado vasco respiró, obligando al Villarreal a insistir desde lejos ante la dificultad de pisar el área. En la recta final, Espinoza rozó el gol. Asenjo evitó que el jugador del cedido por el Villarreal al Alavés mojara. También Mario tuvo una opción pero, quien si no, Pacheco, la desbarató. No fue el día del Villarreal y sí del Alavés.
Mérito del Alavés por su buen nivel defensivo. Empezó con defensa de cuatro y, en el ecuador del segundo tiempo, acumuló cinco atrás. Líneas retrasadas y juntas, obligando al Villarreal a insistir de lejos ante la dificultad de pisar el área. El Villarreal lo intentó hasta el final sin éxito. El Alavés, a partir de ese cambio táctico de la defensa de cinco, jugó cómodo. Espinoza pudo hacer más sangre, pero Asenjo evitó que el jugador cedido por el Villarreal le mojara la oreja a los suyos. El combinado vasco demostró por qué ganó en el Camp Nou y empató en el Calderón. Le van las canchas difíciles. El Villarreal certificó que no está en un buen momento: tres derrotas en los cuatro últimos choques.
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort