El pasado 3 de julio,
Bruno Soriano se sometió a una operación en la tibia de la pierna
izquierda. Bruno estará de 2 a 3 meses alejado de los terrenos de
juego. Se pierde la pretemporada y el inicio de la competición. Una
ausencia más que notable por la absoluta trascendencia del de Artana
en el Villarreal. Por todo lo que ofrece y supone, Bruno es
prácticamente irreemplazable. Pero si alguien puede sustituirle ese
es Rodrigo Hernández.
A sus 21 años, Rodrigo
Hernández asoma como uno de los medios defensivos con mayor
proyección. Por su físico y por su forma de jugar recuerda a
Sergio Busquets: alta estatura, recuperador infatigable y buen
trato al balón. Aparte de proteger la zona defensiva, le gusta
soltarse, por lo que también realiza con soltura funciones de box to
box, pisando el área contraria.
Rodrigo se ha
convertido en la mejor aparición de la cantera amarilla desde Manu
Trigueros. En su día el Atlético de Madrid lo descartó por
bajito. Su actual 1,90m deja en mal lugar a Julián Muñoz,
responsable entonces de la cantera rojiblanca. El Villarreal detectó
el talento de Rodri y lo incorporó a sus inferiores, donde ha ido
quemando etapas hasta llegar al primer equipo. Debutó en la 2015/16,
campaña en la que disputó seis encuentros a las ordenes de
Marcelino.
Pero fue en el pasado
curso donde llamó la atención. Completamente asentado en la primera
plantilla, a medida que avanzó la
temporada su participación aumentó y terminó como una de
las opciones a tener en cuenta por Fran Escribá. Rodrigo
contó con los minutos necesarios para desarrollar su crecimiento.
El broche le llegó con la participación en el Europeo Sub-21.
Celades le llamó para sustituir a Grimaldo, lesionado, y Rodrigo
cumplió con creces cuando el seleccionador le reclamó. Un panorama
que deja un prometedor porvenir, empezando por esta temporada.
La lesión de Bruno le
deja las puertas de la titularidad abiertas.
Una gran oportunidad de cara a coger más galones. El canterano
dispondrá de unos cuantos partidos seguidos que serán fundamentales
para calibrar su año. Con Trigueros y Bruno en su posición, la
titularidad se presenta carísima. Pero Rodri se lo pondrá
difícil a Fran Escribá. La hora de Rodrigo ha llegado.
Mientras tanto, el
Villarreal no quiere desaprovechar la ocasión de blindar a una pieza
codiciada. Otros clubes le siguen, le ofrecen ser importante. Pero
tanto Rodri como el Villarreal no quieren separar sus caminos. La
renovación está a punto de caramelo. Rodri estampará la firma,
consciente de que su futuro está escrito sobre el tapete. Ahí es
donde se mueve como si fuera un veterano.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort