El Villarreal empezó la Europa League ganando 3-1 al Astana y se sitúa líder de su grupo, empatado a 3 puntos con el Sparta de Praga. El submarino se adelantó pronto por medio de Sansone. Luego se durmió y cedió terreno. El Astana lo aprovechó y se metió de lleno. El tanto del empate de Logvinenko despertó al Villarreal. En tres minutos dos tantos de Bakambu y Cheryshev sentenciaron.
3- Villarreal CF (4-4-2): Barbosa; Mario, Bonera,
Semedo, Jaume Costa; Castillejo (Leo Suárez´86), Rodrigo, Trigueros, Fornals
(Cheryshev´74); Ünal, Sansone (Bakambu´69).
1- FC Astana (5-4-1): Eric; Beysebekov (Tagybergen´87),
Postnikov, Logvinenko, Anicic, Shomko; Twumasi, Maevski, Grahovac, Muznikov
(Shitov´82); Murtazayev (Tomasov´67).
Goles: 1-0 Sansone min.16, 1-1 Logvinenko min.67, 2-1 Bakambu
min.75, 3-1 Cheryshev min.77.
Árbitro: Srdjan Jovanovic (Serbia). Enseñó la tarjeta amarilla
a Logvinenko (57´) y Mario (88´).
Datos: Encuentro de la 1ª jornada de la fase de
grupos de la UEFA Europa League disputado en El Estadio de la Cerámica. 15.000
espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones.
Cuando se cruzan dos equipos de nivel dispar
el guión está escrito de antemano. En este caso al Villarreal le tocó proponer y al Astana contrarrestar. El combinado de Kazajstán defendió en campo propio en torno a un 5-4-1, clara acumulación de hombres atrás. El Villarreal no tardó en abrir el cerrojo. Jaume Costa, de los mejores del Villarreal hoy, encontró una rendija en un servicio largo al que no llegó Postnikov. Sansone la cazó y batió a Eric por debajo de las piernas. Sansone, que la pasada temporada empezó como titular, marcó un gol necesario para seguir en la pomada; los cuatro delanteros han visto puerta.
El gol en contra no hizo daño al Astana, preparado para
tal escenario. El conjunto kazajo aprovechó la indecisión del Villarreal a partir del 1-0 y, con peligrosas contras, se acercó sobre Barbosa. El meta argentino tuvo varias acciones poco ortodoxas. Se la jugó con un peligroso recorte ante la presión del rival y despejó defectuosamente a corner un disparo lejano de Beysebekov. Murtazayev tuvo la mejor ocasión del Astana cerca del
descanso. Su remate de cabeza lo atajó Barbosa. Sin Kabananga, el máximo
goleador, mayor responsabilidad para Twumasi. Lo mejor que dejó fue la asistencia de gol, le faltó mayor presencia rematadora. El Villarreal dejó demasiado suelto al Astana. Faltó control y el partido se convirtió en un toma y daca. Sansone y Castillejo pudieron ampliar la renta, pero no dieron en el blanco.
La segunda parte tuvo un antes y un después, hasta el gol del Astana y después del gol del Astana. El combinado de Stoilov salió decidido del descanso. Estiró líneas, se adueñó de la situación y fue creciendo conforme pasaban los minutos. El Villarreal se replegó peligrosamente, con problemas en la transición y sin crear peligro sobre la meta rival. El centro del campo estaba atascado. Rodrigo y Trigueros sostenían, pero no creaban. Castillejo lo intentaba sin el acierto del día del Betis. Fornals debe proponerse más. El temor era manifiesto y llegó a su cenit con el gol del Astana mediada la segunda mitad. Un corner botado por Twumasi encontró la cabeza de Logvinenko que no perdonó ante Barbosa. El nerviosismo era palpable en el ambiente, tan reales como los pitos que hicieron acto de presencia.
Cuando la amenaza del pinchazo se hizo palpable despertó el Villarreal. Dos goles en tres minutos, obra de Bakambu y Cheryshev, dieron la tranquilidad. Bakambu y Cheryshev, que salieron en la segunda parte, fueron revulsivos, salvando a un Villarreal gris. No olvidará el día Cheryshev. Tras diez meses fuera por lesión volvió y lo hizo con gol, se lo merece. Los minutos finales el Villarreal los jugó sin sufrimiento, aliviado. Lo que pudo ser no fue, pero bien haría el submarino amarillo en no bajar el pistón. Los tres puntos se quedaron en casa y el primer puesto también. Dos victorias consecutivas para seguir creciendo.
La segunda parte tuvo un antes y un después, hasta el gol del Astana y después del gol del Astana. El combinado de Stoilov salió decidido del descanso. Estiró líneas, se adueñó de la situación y fue creciendo conforme pasaban los minutos. El Villarreal se replegó peligrosamente, con problemas en la transición y sin crear peligro sobre la meta rival. El centro del campo estaba atascado. Rodrigo y Trigueros sostenían, pero no creaban. Castillejo lo intentaba sin el acierto del día del Betis. Fornals debe proponerse más. El temor era manifiesto y llegó a su cenit con el gol del Astana mediada la segunda mitad. Un corner botado por Twumasi encontró la cabeza de Logvinenko que no perdonó ante Barbosa. El nerviosismo era palpable en el ambiente, tan reales como los pitos que hicieron acto de presencia.
Cuando la amenaza del pinchazo se hizo palpable despertó el Villarreal. Dos goles en tres minutos, obra de Bakambu y Cheryshev, dieron la tranquilidad. Bakambu y Cheryshev, que salieron en la segunda parte, fueron revulsivos, salvando a un Villarreal gris. No olvidará el día Cheryshev. Tras diez meses fuera por lesión volvió y lo hizo con gol, se lo merece. Los minutos finales el Villarreal los jugó sin sufrimiento, aliviado. Lo que pudo ser no fue, pero bien haría el submarino amarillo en no bajar el pistón. Los tres puntos se quedaron en casa y el primer puesto también. Dos victorias consecutivas para seguir creciendo.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort