El éxito en Rusia no
será posible sin ir paso a paso, más después de la debacle de
Brasil. En 2014, contra todo pronóstico, España fue la primera en
irse a casa. Las derrotas ante Holanda y Chile precipitaron un
inesperado adiós en la fase de grupos. Por ello, la Selección irá
con pies de plomo ante Portugal, Marruecos e Irán, las primeras
piedras de toque en el Mundial de Rusia.
El primer partido
contra la Portugal de Cristiano se antoja vital de cara a dirimir el
rumbo. El triunfo daría vía libre para octavos y ser primeros,
el tropiezo abriría posibilidades no beneficiosas. Portugal, actual
campeona de Europa, es el primer rival a batir. Irán y Marruecos,
por este orden se medirán a la roja, no deberían de suponer
un dolor de muelas. Grupo,
teóricamente, asequible para el combinado de Julen Lopetegui.
Portugal es un tanto
impredecible, capaz de lo mejor y lo peor. En la pasada Eurocopa
pasó a duras penas la fase de grupos. Luego llegó a la final y
sorprendió a la anfitriona, Francia. Fernando Santos repetirá
receta: sólidez y Cristiano Ronaldo. El cuadro luso se mueve en
torno a la figura del actual Balón de Oro, que buscará el único
título que le falta. Pero Portugal no es sólo Cristiano. Basta con
dar un vistazo a su once tipo: Rui Patricio; Cédric, Pepe, Fonte,
Eliseu; Bernardo Silva, William Carvalho, Moutinho, Joao Mario; André
Silva y Cristiano Ronaldo. Un equipo de garantías para incomodar a
cualquiera. España tendrá una prueba exigente en el Fisht de Sochi.
Marruecos, que no
disputaba un Mundial desde 1998, emerge con una generación
interesante que ha tenido la mala fortuna de quedar encuadrada con
España y Portugal. El combinado marroquí es una de las
selecciones más técnicas de África, acostumbradas al fútbol
físico. Amrabat, Boussoufa y Boufal ponen la magia. Ziyech se
presenta como la máxima esperanza de cara a gol. En la retaguardia
el juventino Benatia, el del famoso penalti a Lucas Vázquez, asume
los galones. Marruecos, junto a Amrabat, tiene a otros conocidos de
la Liga en Achraf (Real Madrid), Bonou (Girona), Fajr (Deportivo) y
Munir (Numancia). España no debe de confiarse ante los de Hervé
Renard.
Carlos Queiroz, ex
técnico del Real Madrid, es la cara más reconocible de Irán para
el público español. Queiroz
prioriza por encima de todo el orden defensivo. Así ha
conseguido el billete a Rusia, concediendo tan sólo 2 goles en los
diez partidos de la clasificación. Queiroz combina la sólidez
defensiva con el talento de Azmoun. El delantero del Rubin Kazan
es el jugador distinto, el que pone la fantasía y por encima de
todo, el gol. Irán, en definitiva, es el típico equipo que deja el
balón a cambio de no conceder espacios. Como Marruecos, no hay que
bajar la guardia.
Los cruces
Aún
clasificándose como primera o segunda, el rival en octavos será,
relativamente, asequible: Rusia, Uruguay, Egipto o Arabia
Saudí. Presumiblemente, Rusia o Uruguay, aunque sin descartar a la
Egipto de Salah.
A partir de cuartos se
pone interesante. Si España queda primera podría medirse en cuartos
a Argentina, en semifinales a Alemania y en la final a Brasil. Y si
queda segunda en cuartos a Francia, en semifinales a Brasil y en la
final a Alemania.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort