Mbappé. Francia y
Argentina ofrecieron espectáculo, emoción y goles. La balanza se
inclinó hacia lado francés. Decidieron la superioridad física gala
y, ante todo, Kylian Mbappé. Argentina se puso 1-2 tras el descanso.
Francia tembló, pero no el delantero del PSG. Mbappé, en versión
Ronaldo Nazario, resultó completamente decisivo: marcó dos tantos y
provocó un penalti. La potencia y el dribling de la joya francesa
volvió loca a la zaga de Sampaoli. Con tan sólo 19 años, Mbappé
lideró la remontada y presentó su candidatura para suceder a
Cristiano y Messi, al que dejó sin Mundial.
Messi. Pese a
colaborar en dos de los tres goles ante Francia, no tuvo peso ni
incidencia. Excepto el primer tiempo ante Nigeria (golazo y tiro al
palo de falta), la luz de Messi estuvo apagada en Rusia. Soñaba
Argentina con que Messi le llevaría a su tercera Copa del Mundo. El
sueño se rompió pronto. En octavos. Pudo acabar antes, Argentina
pasó la fase de grupos a duras penas. Salvo ratos puntuales, a
Argentina le ha faltado juego y a Sampaoli tener las ideas claras.
Muchos cambios en el once y continuos cambios de sistema. Lo fió
todo a Messi, desaparecido, y no tiró de Dybala.
Cavani. Uruguay
vibró y lloró con Cavani. El del PSG marcó dos golazos; cabeceando
con fuerza un excelente centro de Suárez al segundo palo y poniendo,
de primeras, una rosca perfecta por el palo largo. El tremendo
esfuerzo le jugó una mala pasada a Cavani en forma de lesión en el
gemelo izquierdo. Abandonó el campo cojeando, ayudado por Cristiano
Ronaldo. Sin Cavani, la celeste no fue la misma, pero aguantó
el asedio de Portugal. La fortaleza defensiva también gana partidos.
Cristiano Ronaldo.
Ante Uruguay jugó su peor partido del Mundial y Portugal cayó.
Cristiano no tuvo prácticamente una ocasión clara, más allá de
disparos lejanos sin consecuencias. El balance de CR7 en Rusia, de
más a menos. Empezó como un tiro, hat-trick a España y gol de la
victoria ante Marruecos. Parecía que iba a ser su Mundial, pero a
partir de ahí se diluyó. No brilló en el empate ante Irán y llegó
el adiós ante los de Tabarez. Al final, no ha sido el Mundial de
Cristiano y Messi.
Neymar para lo bueno y
lo malo. Ángel y diablo ante
México. Versión mejorada de Neymar respecto a la fase de grupos.
Decisivo. Abrió la lata y propició el tiro que acabó con el
rechace recogido por Firmino para sentenciar. Lo
emborronó con las caídas
que provocaron la reprobación, tanto de México como de ilustres ex
futbolistas. A Neymar le sobran estas actuaciones.
Gran
remontada belga, final cruel para Japón.
Japón tuvo a Bélgica contra las cuerdas. En un gran arranque del
segundo tiempo, liderado por un fantástico Inui, se puso 0-2. Era
una de las mayores sorpresas del Mundial. Fue un Japón que
sorprendió por su buen fútbol, tocando con criterio en corto y
encontrando el espacio en largo. Pero Bélgica no se vino abajo ni
con 0-2. Resultaron cruciales los goles de Vertonghen y Fellaini en
el 69´ y 74´, dos goles en cinco minutos que metieron a Bélgica de
nuevo. Luego Bélgica templó la ansiedad y esperó la oportunidad.
En el 94´ Chadli, a la contra, acabó con un Japón al descubierto
en defensa, desesperado por un tercer gol que Courtois le negó. La
crueldad y las lágrimas japonesas contrastaron con la alegría
belga.
Los penaltis. Tres
de los ocho duelos de octavos se decidieron por penaltis. Akinfeev se
convirtió en el héroe de Rusia, al detener dos penas máximas a
Iago Aspas y Koke. Subasic y Schmeichel, dos porterazos, fueron
gigantes en la tanda del Croacia - Dinamarca. El precioso pulso lo
ganó el meta croata. Subasic paró tres, Schmeichel dos. Pickford
dejó a Colombia sin Mundial. El arquero inglés del Everton detuvo
el decisivo lanzamiento a Uribe.
Haciendo historia
desde los cimientos. Un tanto
de Forsberg permitió a Suecia doblegar a Suiza y hacer historia.
Suecia no llegaba a cuartos desde USA 94, cuándo la fantástica
generación de los Larsson, Brolin y Dahlin y Ravelli alcanzaron las
semifinales. Sin tener el equipo brillante de entonces y sin
Ibrahimovic, tiene mucho mérito lo que ha conseguido el combinado de
Janne Anderson. El secreto reside en un colectivo arraigado y
solidario, plasmado en una defensa a prueba de bombas. Olsen en la
portería, Lustig, Lindelof, Granqvist y Augustinsson en la defensa,
están siendo un muro infranqueable para cualquiera.
Una Mina a
balón parado. Yerry
Mina ha logrado tres goles en cuatro partidos. Sus cabezazos en
corners han supuesto oro para Colombia. El central del Barcelona sí
sabe cómo cabecear, con potencia y escorado por arriba, haciéndolo
imposible para el portero. A parte de su faceta goleadora, en defensa
ha hecho gala de potencia y buena salida desde atrás. Buena dupla
con Davinson Sánchez. Habrá que ver cómo influye el Mundial en su
futuro. El Barcelona va a firmar a Lenglet.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort