El RCD Espanyol vive un
momento único. Es segundo. Suma 21 puntos, a tan sólo tres del
líder, el Barcelona. Histórico. Rubi y sus pupilos han hecho lo
inimaginable posible. Para disfrutarlo.
No hay un único factor
para explicar este sorprendente arranque, sino muchos: la labor de
Rubi, la piña entre el grupo, la solidez defensiva, la efectividad y
el fortín del RCDE Stadium.
El éxito de cualquier grupo se forja en el vestuario. En el Espanyol, más que compañeros de profesión, son amigos. Colegas. Y se nota en el campo. La conexión entre el grupo de amigos y Rubi es total. El técnico les ha señalado el camino, inculcando una motivación y ambición traducida en una fortaleza inquebrantable. Las palabras del técnico tras ganar al Athletic hablan por sí solas: “Se creen buenos porque lo son”. Rubi les ha sacado los complejos que la pasada temporada les acongojaron y les impidieron mirar arriba. Este curso están desatados. Y disfrutan. Es lo importante.
La base de los 21 puntos
del Espanyol reside en el RCDE Stadium, dónde ha arañado 15 de los
21. Como local, cinco partidos, cinco victorias. Pleno. 2-0 al
Valencia, 1-0 al Levante, 1-0 al Eibar, 3-1 al Villarreal y 1-0 al
Athletic. El conjunto blanquiazul ha hecho del RCDE Stadium un
fortín. Arropado por una grada ilusionada cómo hacía tiempo que no
lo estaba, los pupilos de Rubi juegan con una marcha más en torno al
4-3-3. Rubi ha formado un Espanyol compacto y equilibrado.
Tácticamente ordenado, asentado en una sólida pareja de
centrales, un centro del campo creativo y una delantera que mezcla
talento, velocidad y olfato. Por eso los números son los que
son.
Basta con analizar el
nivel actual de los protagonistas para entender el por qué del
segundo puesto espanyolista. Empezando por Diego López. Los años no
pasan para él. A sus 37 años sigue siendo decisivo, sus paradas dan
puntos. El portero gallego vive tranquilo con Mario Hermoso y
David López, posiblemente la pareja de centrales más fiable de La
Liga en este momento. Javi López y Dídac no desentonan en los
laterales. En la línea medular destaca la creatividad de Granero y
Darder y sobresale el trabajo de Marc Roca, creciendo a pasos
agigantados. En la dupla ofensiva, Sergio García vive una
segunda juventud. Sus gotas de calidad levantan al público. El
carril diestro es sinónimo de velocidad con Baptistao o Hernán
Pérez. Y en punta, una de las revelaciones de este inicio, Borja
Iglesias, máximo goleador perico con 6 tantos. En Primera hace
lo mismo que hacía en Segunda (anotó 22 dianas con el Zaragoza),
marcar goles. Está haciendo olvidar a Gerard Moreno.
El cuadro perico no se
conforma con lo alcanzado. Borja Iglesias avisa de la ambición del grupo: “Queremos más. Vamos a ir a Sevilla a
ganar”. No será fácil ganar en el Pizjuán, pero el Espanyol va a
por todas, dispuesto a alargar al máximo el subidón. Evidentemente,
vendrán rachas negativas. Los grandes que van por abajo apretarán
dispuestos a meterse en su hábitat habitual. Con más de media Liga
por disputarse, el conjunto perico está preparado para todo, pero ya
ha avisado de que quiere hacer algo grande.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort