El Alavés se sitúa cuarto y deja al Villarreal tocado, en descenso. El submarino llevó el peso, pero apenas generó. El Alavés le ganó la partida en las dos áreas, lo que le valió para seguir soñando con Europa. Tras una primera mitad sin ocasiones claras, en la segunda llegaron los goles. Maripán adelantó al Alavés, Cazorla empató de penalti e Inui dio los tres puntos a los de Abelardo.
1- Villarreal CF (5-3-2): Asenjo; Mario, Álvaro, Funes Mori (Chukwueze´75), Víctor Ruiz, Pedraza; Morlanes (Fornals´ 78), Iborra, Cazorla; Ekambi (Gerard Moreno´63), Bacca.
2- Deportivo Alavés (4-4-2): Pacheco; Vigaray, Laguardia,
Maripán, Duarte; Inui (Wakaso´84), Manu García (Pina´71), Brasanac, Jony; Borja Bastón (Burgui´76), Calleri.
Goles: 0-1 Maripán min.53, 1-1 Cazorla (p) min.60, 1-2 Inui min.77
Árbitro:
Munuera Montero (Comité andaluz). Mostró la amarilla a
Calleri (29´), Jony (39´), Laguardia (64´), Álvaro (70´) y Víctor Ruiz (89´).
Datos: Encuentro de la 26ª jornada de La
Liga Santander 2018/19 disputado en El Estadio de la Cerámica. 15.488 espectadores.
Enésima decepción del Villarreal. Ganar le permitía dormir fuera del descenso, pero el Alavés le recordó el particular vía crucis de esta temporada. Sin creatividad no hay ocasiones y ganar se antoja más complicado. La soga ahoga, las sensaciones caen y el terror sigue latente. El Alavés, lo contrario. Neutralizó al Villarreal con orden y lo finiquitó a balón parado y a la contra. El premio, ganar en La Cerámica, vale situarse en Champions a la espera de lo que haga el Getafe ante el Betis.
La primera parte brilló por la ausencia de ocasiones. El Villarreal tuvo el balón y atacó, pero fue un dominio completamente estéril, sin ocasiones claras más allá de avisos sin éxito de Bacca, Iborra y Cazorla. El asturiano fue el más destacado del submarino, la única luz en la intermitencia. Del mismo modo, Morlanes, novedad de inicio, dejó detalles de que puede coger el timón en un futuro cercano. Pero no fue suficiente para derribar la muralla alavesa. El 4-4-2 de Aberlado, de líneas juntas, no presentó ninguna fisura. Es la seña de identidad que está llevando al Alavés a ser una de las revelaciones.
En la segunda parte, el Alavés sí se asomó a puerta y agitó el partido, primero con un gol al poco de empezar la segunda parte. Maripán cabeceó un corner, sin oposición, en el minuto 53. Jarro de agua fría para el Villarreal: primer disparo del Alavés a puerta y gol. Pero no le duró demasiado la alegría al conjunto babazorro. Siete minutos después, empató el Villarreal mediante un penalti decretado por el VAR por mano de Manu García. Cazorla engañó a Pacheco y volvió a meter al submarino en el partido.
Cazorla dio un espaldarazo al Villarreal, que rozó el segundo. Ekambi, justo antes de ser sustituido por Gerard, tuvo el 2-1 en la mejor ocasión de los de Calleja. Recibió al espacio y le falló el remate, demasiado cruzado ante desesperación de la grada. Del posible 2-1 se pasó al 1-2. Pina, que salió en la segunda parte, lanzó a la izquierda para Jonny. El asturiano rompió a Mario y asistió a Inui, que sentenció con suspense. El Alavés aún pudo marcar el tercero en un mano a mano de Burgui con Asenjo. El delantero la picó y le salió tan cerca que ya se cantaba gol. El Alavés no hubo de lamentarlo y se llevó tres puntos de oro. El Villarreal, una semana más en descenso.
Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort
Enésima decepción del Villarreal. Ganar le permitía dormir fuera del descenso, pero el Alavés le recordó el particular vía crucis de esta temporada. Sin creatividad no hay ocasiones y ganar se antoja más complicado. La soga ahoga, las sensaciones caen y el terror sigue latente. El Alavés, lo contrario. Neutralizó al Villarreal con orden y lo finiquitó a balón parado y a la contra. El premio, ganar en La Cerámica, vale situarse en Champions a la espera de lo que haga el Getafe ante el Betis.
La primera parte brilló por la ausencia de ocasiones. El Villarreal tuvo el balón y atacó, pero fue un dominio completamente estéril, sin ocasiones claras más allá de avisos sin éxito de Bacca, Iborra y Cazorla. El asturiano fue el más destacado del submarino, la única luz en la intermitencia. Del mismo modo, Morlanes, novedad de inicio, dejó detalles de que puede coger el timón en un futuro cercano. Pero no fue suficiente para derribar la muralla alavesa. El 4-4-2 de Aberlado, de líneas juntas, no presentó ninguna fisura. Es la seña de identidad que está llevando al Alavés a ser una de las revelaciones.
En la segunda parte, el Alavés sí se asomó a puerta y agitó el partido, primero con un gol al poco de empezar la segunda parte. Maripán cabeceó un corner, sin oposición, en el minuto 53. Jarro de agua fría para el Villarreal: primer disparo del Alavés a puerta y gol. Pero no le duró demasiado la alegría al conjunto babazorro. Siete minutos después, empató el Villarreal mediante un penalti decretado por el VAR por mano de Manu García. Cazorla engañó a Pacheco y volvió a meter al submarino en el partido.
Cazorla dio un espaldarazo al Villarreal, que rozó el segundo. Ekambi, justo antes de ser sustituido por Gerard, tuvo el 2-1 en la mejor ocasión de los de Calleja. Recibió al espacio y le falló el remate, demasiado cruzado ante desesperación de la grada. Del posible 2-1 se pasó al 1-2. Pina, que salió en la segunda parte, lanzó a la izquierda para Jonny. El asturiano rompió a Mario y asistió a Inui, que sentenció con suspense. El Alavés aún pudo marcar el tercero en un mano a mano de Burgui con Asenjo. El delantero la picó y le salió tan cerca que ya se cantaba gol. El Alavés no hubo de lamentarlo y se llevó tres puntos de oro. El Villarreal, una semana más en descenso.
Manuel Monfort Marzá
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