El duelo directo por la salvación entre Udinese y Empoli
acabó con los friulanos mucho más cerca de su objetivo y los toscanos en una
situación muy peligrosa. Los cinco goles se vieron en una primera mitad
frenética y en la segunda los blanquinegros se limitaron a conservar el
resultado, con un hombre menos desde el 63’ por la expulsión de Zeegelaar.
Caputo adelantó al Empoli, empató De Paul, Krunic logró el 1-2 y el Udinese
remontó antes del descanso con un penalti transformado por De Paul y otro gol
de Mandragora.
3- Udinese (3-5-2):
Musso; Opoku, Samir, Troost-Ekong; Zeegelaar, Fofana (Sandro 89’), De Paul,
Larsen, Mandragora; Lasagna (Pussetto 82’), Okaka (De Maio 65’).
2-
Empoli (3-5-2): Dragowski;
Veseli, Silvestre, Maietta (Mchedlidze 72’); Di Lorenzo, Traore, Bennacer,
Krunic, Pajac (Antonelli 45’); Caputo, Farias.
Goles:
0-1 Caputo (min. 11), 1-1 De Paul
(min. 15), 1-2 Krunic (min. 24), 2-2 De Paul (p. min. 41), 3-2 Mandragora
(45’).
Árbitro: Orsato. Enseñó
la amarilla a Samir (10’), Pajac (18’), Maietta (39’), Silvestre (44’),
Mandragora (87’) y Caputo (90’). Expulsó con doble amarilla a Zeegelaar (58’ y
63’).
Datos: Encuentro de la
31ª jornada de la Serie A 2018/19 disputado en el Dacia Arena. 18.000
espectadores.
Udinese y Empoli llegaban a la jornada 31 del campeonato
separados por un punto y rozando la zona de descenso. Rivales directos por la
salvación, ambos necesitaban los tres puntos si no querían arriesgarse a acabar
la jornada en puestos de descenso, y así lo demostraron desde los primeros
minutos, practicando un buen juego con dos estilos vistosos y ofensivos y una
calidad que no se corresponde con el lugar que ocupan en la clasificación.
La primera parte fue
frenética y se vieron cinco goles, con los blanquinegros remontando dos
veces hasta irse al descanso ganando. Se adelantó el Empoli gracias a una
jugada de estrategia ejecutada a la perfección: una falta en la frontal del
área sacada en corto por Bennacer para Krunic, que asiste en profundidad para
dejar sólo a Caputo, quien cruza el balón a la derecha de Musso.
El empate llegó cinco minutos después, cuando el fichaje de
invierno Okaka inició una contra recibiendo de espaldas en su propio campo,
girándose entre tres rivales y conduciendo en velocidad más de 30 metros para
asistir a De Paul en un cambio de banda. El argentino controló y colocó el
balón a la perfección en el palo largo, lejos del alcance de Dragowski.
El Empoli siguió insistiendo y en el minuto 24 elaboró una
nueva triangulación al primer toque entre Caputo, Farias y Krunic que el bosnio
convirtió en el 1-2. Desde ahí, el intercambio de golpes continuó con ocasiones
para ambos equipos, pero en los últimos
minutos de la primera mitad los friulanos lograrían darle la vuelta al marcador.
Una gran jugada entre Okaka y Larsen por la banda derecha
acabó con un pase en profundidad que Maietta intentó cortar, cometiendo penalti
sobre Lasagna. De nuevo De Paul fue el encargado de convertirlo en el 2-2. Y
justo antes del descanso, una falta lanzada por el propio argentino rebotó en
la barrera y el rechace lo aprovechó Mandragora, que desde fuera del área
consiguió sacar un disparo potente y raso que entró a la izquierda de la
portería defendida por Dragowski.
El resultado reflejaba
a la perfección lo visto en el terreno de juego: dos equipos que iban a por
los tres puntos, con una ligera superioridad local, sobre todo en cuanto a
efectividad.
En la segunda parte los locales salieron con un planteamiento
mucho más conservador, con una defensa de cinco y esperando atrás al Empoli. En el 63’ Zeegelaar vió la segunda tarjeta
amarilla, muy protestada por el público ya que el holandés toca el balón,
pero el árbitro interpreta que entra con excesiva agresividad. Entonces Tudor
da entrada al central De Maio en lugar del delantero Okaka, uno de los mejores
de la primera mitad, con la clara intención de asegurar el resultado.
En el último tramo del
partido el Empoli encerró al Udinese buscando el empate y los locales
salían a la contra. En el minuto 70 Fofana desperdició la ocasión de sentenciar
el partido al rematar fuera un centro que le dejó sólo en el segundo palo tras
uno de los contraataques. Ambos equipos tuvieron ocasiones de marcar, pero el
marcador no se movería más.
La llegada Igor Tudor al banquillo del Udinese ha supuesto un
revulsivo y el croata no conoce la derrota en los tres partidos que ha
dirigido: victorias en casa ante Genoa y Empoli y empate en San Siro contra el
Milan. El Udinese respira, pero aún le queda trabajo por delante para conseguir
la permanencia en una parte baja de la clasificación muy apretada. Por su
parte, el Empoli de Andreazzoli podría entrar en zona de descenso en función
del resultado que logre el Bologna en su encuentro contra el colista, el Chievo
Verona.
Iago Viñas Alonso
MotivaGoal